­La Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) Pozos Sin Fronteras (PSF) de Málaga da el salto a América, siendo su próximo destino Bolivia. El objetivo es iniciar los estudios y prospecciones previas para la construcción de tres pozos que beneficiarán a unas 12 familias.

Los cooperantes malagueños José Albujar y Alfonso Artacho, responsables de Formulación y de Ejecución de Proyectos de la ONGD, respectivamente, partirán hoy hacia el país sudamericano, donde permanecerán hasta el 21 de abril, según han informado a Europa Press desde Pozos Sin Fronteras.

Además, aprovecharán el viaje para hacer un diagnóstico de campo y recopilar información con vistas a presentar en breve proyectos de mayor envergadura a diferentes entidades públicas y privadas para continuar trabajando en la zona.

El viaje surge a partir de una petición enviada hace unos meses por parte de la ONG boliviana SIAB, donde solicitaban a Pozos Sin Fronteras apoyo técnico y económico para mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales.

Pozos Sin Fronteras financia con fondos propios el 51 por ciento del proyecto, que asciende a un total de 8.317 euros. El resto es aportado por la ONG SIAB y la comunidad de Canthasi. Este proyecto es un nuevo reto para estos dos experimentados cooperantes, que el pasado mes de septiembre quedaron atrapados en Burkina Faso tras el golpe de Estado.

Bolivia es uno de los países más afectados por el cambio climático; de hecho, las altas temperaturas no sólo están derritiendo sus glaciares, sino que, además, secan sus represas, ya sea por la falta de lluvias o por la evaporación del agua. Entre los departamentos del país más afectados por el cambio climático, se encuentra Oruro, donde las comunidades y municipios no cuentan con las capacidades técnicas, operativas y políticas para la prevención y mitigación de las amenazas climáticas, lo que aumenta su vulnerabilidad.

Por estas razones, la comunidad campesina de Canthasi, del municipio de Pazña, presenta altos índices de pobreza y desnutrición infantil, reflejados en la carencia de servicios básicos, principalmente el de agua potable, lo que provoca que la población la consuma de fuentes superficiales contaminadas, causantes de enfermedades gastrointestinales.

Con relación a los servicios básicos -agua, electricidad y baños higiénicos-, casi la totalidad de la población carece de ellos. En la región solamente el 68 por ciento cuenta con agua potable, el 92 por ciento posee electrificación y el 53 por ciento, letrinas medianamente construidas.