El equipo de gobierno sigue perfilando el plan de Repsol para sacar el máximo de zonas verdes y libres que le permitan sacar adelante las cuatro torres de viviendas, las VPO y la zona comercial y de oficinas. Los nuevos datos que manejan en Urbanismo apuntan a disponer de 103.000 metros cuadrados de zonas verdes y libres entre el gran parque previsto (80.000 metros cuadrados) y los 23.000 metros cuadrados que se pueden ganar ajustando la zona residencial y comercial. No obstante, los técnicos apuntan más alto y advierten de que se podrían alcanzar los 137.000 metros cuadrados si se reducen los equipamientos.

El intento por salvar el Plan Repsol ha llevado al equipo de gobierno a plantear una doble estrategia. Por una parte definir el uso del terreno para apurar al máximo el número de metros de zonas verdes y espacios libres disponibles, con idea de romper con la dialéctica de «torres o parque», que consideran engañosa. La otra línea de trabajo es difundir el actual plan. El propio concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, reconoció que «no hemos sabido trasladar ni explicar el proyecto», insistiendo en que no se trata de organizar «un concurso de dibujo» sobre lo que le gustaría a cada uno, ya que «lo que está en juego es el PGOU y la estrategia de ciudad».

De cara a implicarse más en el debate público, Pomares anunció que esperan aprovechar las próximas dos semanas para trasladar el actual Plan Repsol a las federaciones de vecinos, Cámara de Comercio, CEM y colegios profesionales, aprovechando la Mesa Técnica que comienza el lunes. El objetivo es trasladar que el actual plan es el resultado «de un trabajo de diez años» y anima al resto de partidos a presentar una alternativa «que sea igual de sostenible económicamente y legal».

El concejal de Ordenación del Territorio subrayó que el equipo de gobierno está dispuesto a realizar una consulta ciudadana, convencido de que «la ganaremos» cuando se explique el actual plan en profundidad. No obstante, advirtió de que rechazar lo que hay diseñado afectaría a todo el entorno y podría retrasar la recuperación de la zona una década mientras se diseña y tramita un nuevo plan.

«Los trabajos del parque urbano podrían comenzar de forma inminente», añadió Pomares, quien explicó que la Sareb -copropietaria del terreno junto al Ayuntamiento- ha presentado un proyecto de urbanización para iniciar las obras lo antes posible.

El concejal de Ordenación del Territorio acudió además a los datos económicos, asegurando que la inversión global rondará los 255 millones para construir el parque, los equipamientos, las 400 VPO, las 900 viviendas de renta libre y el espacio comercial previsto. Así, puso de relieve que se pone en peligro esta inyección económica con la paralización del proyecto y asegura que la actividad comercial y empresarial prevista en la zona podría generar unos 3.000 empleos directos «muy necesarios».