El Ayuntamiento de Málaga mantendrá el jueves una reunión con los representantes de la hostelería para intentar rebajar la tensión y reconducir la revisión de la ordenanza municipal que arbitra la proyección de los bares y restaurantes de la vía pública después de las protestas suscitadas por el establecimiento de sanciones y la campaña de control de las terrazas de los últimos días.

Las partes tratarán de buscar un acercamiento y continuar con el calendario de trabajo, que se ha visto fuertemente condicionado por las redadas municipales de la semana pasada, en la que muchos negocios del Centro se vieron afectados. Los hosteleros entienden que el Consistorio debería conceder una tregua y abstenerse de interponer nuevas sanciones hasta que esté perfilada la nueva normativa, que especificará el grado de ocupación permitido del espacio público. Además, piden que la ordenanza sea más flexible y tenga en cuenta el peso del sector para la economía.

Fuentes de la organización Amares informaron ayer a este periódico de que en el encuentro también participarán los representantes de Mahos, la otra gran asociación del sector y con la que se ha dado un paso decisivo para la fusión en una único colectivo.