La empresa municipal dedicada al abastecimiento y saneamiento de agua de Málaga, Emasa, investigará el origen de los lodos que se asientan en la parte final del río Guadalmedina y generan malos olores en la época de calor, según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento de Málaga.

Esta actuación se desarrollará después de que los pasados días 21 y 22 de marzo se realizara una primera retirada de la capa de lodo existente en esta zona del cauce, gracias a la ayuda de medios manuales y una máquina retroexcavadora de pequeñas dimensiones, acompañada por un camión tipo bañera. En total, se procedió a la retirada de cuatro cubas de fango, lo que supone un total de 20m(3) de este material.

La primera limpieza permitió observar el tipo de lodo existente en la desembocadura del Guadalmedina, que consiste básicamente en un barro de color negro y de una textura pastosa de gran consistencia. Los técnicos de Emasa deben ahora analizar cuál puede ser su procedencia, para lo que se barajan tres opciones. De un lado, existe la posibilidad de que sean residuos orgánicos arrastrados desde las canalizaciones de desagüe de la red de saneamiento durante las lluvias; por otro lado, tampoco se descarta que sean restos procedentes de la zona alta del río acumulados durante los desagües de la presa de El Limonero; y, por último, aportaciones de algas que se adentran en el cauce empujadas por las mareas.

La intención de Emasa es realizar periódicamente estas limpiezas del cauce con la maquinaria pesada a fin de retirar el fango que origina el mal olor y, una vez averiguada la procedencia del mismo adoptar las medidas necesarias para reducirlo el máximo posible. La aclaración de su origen permitirá además establecer la solución más adecuada para su eliminación en la depuradora de aguas residuales del Guadalhorce, con cuya actividad habitual deberá coordinarse.

Para hacer posible la entrada de maquinaria especializada, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha realizado obras de adaptación en el cauce del Guadalmedina entre la calle Salitre y el puente del Carmen, por un importe de unos 470.000 euros, destinadas a rellenar una escollera situada en el lecho y ubicar sobre ella una capa de hormigón de unos 10 centímetros de espesor.

En lo que se refiere al mantenimiento del resto del cauce del Guadalmedina, Emasa realiza una limpieza quincenal consistente en la retirada de residuos sólidos de los canales en todo el recorrido situado entre el puente de La Aurora y el CAC. Así como en la rampa situada frente al CAC coincidiendo con la marea más baja. La fecha para las limpiezas se establece en función de los desembalses del Limonero y del estado de suciedad que se observe en la zona durante las inspecciones (3-4 a la semana) que se llevan a cabo.

Limpieza a medias en 2014. Eliminar los malos olores de la desembocadura del Guadalhorce es una asignatura pendiente de la ciudad. Aún no se ha conseguido pese a los distintos intentos que se han realizado en el último lustro. En octubre de 2014 se iniciaron los trabajos para eliminar los malos olores mediante la limpieza y la pavimentación de lecho del cauce. Sin embargo, los trabajos se quedaron a medias, ya que el presupuesto disponible, unos 470.000 euros adjudicado a OHL, se demostró insuficiente para actuar en todo el tramo entre los puentes de la Misericordia y el Carmen. Finalmente sólo se llegó a la mitad.