Amenazó con volver al pleno y lo hizo. La polémica que rodea a la piscina que tiene el portavoz del PSOE en la Diputación, Francisco Conejo, en su vivienda del Rincón de la Victoria irrumpió de nuevo con el vicepresidente del PP, Francisco Salado, haciendo alusión al supuesto tráfico de influencias ejercido por el socialista para regularizar su piscina, cuando era alcaldesa del municipio su compañera de filas Encarnación Anaya. Salado, que hizo referencia a la calidad del mismo como investigado y recordó que está bajo lupa policial, recordó a Conejo que «no tiene usted autoridad para exigir ejemplaridad». El portavoz socialista, por su parte, que incluso bromeó con hacer extensiva una invitación a la piscina a todos los trabajadores y diputados de la institución provincial, aseguró estar tranquilo por el asunto y repitió lo expresado en anteriores ocasiones. «No existe ningún atisbo de responsabilidad no ya penal, sino de clase o naturaleza alguna sobre este asunto por mi parte», dijo, recordando, además, que había sido el propio Salado durante su etapa previa como alcalde del Rincón quien había archivado la denuncia. «La piscina prefabricada que tengo es legal y lo certifica la licencia que me concedió el Ayuntamiento del Rincón de la Victoria en su día», sentenció el portavoz socialista, recordando la existencia de «informes favorables».