­La Asociación de Amigos del Acueducto de San Telmo, la entidad en defensa de este BIC que presidía Javier Aguilar Leal, guarda honorífico del acueducto fallecido en julio del año pasado, se reactivará el próximo 5 de mayo con la elección de una nueva junta directiva.

Rosa Anaya, prima de Javier y tesorera de la asociación, explicó a La Opinión que se pretende «renovar la junta directiva y retomar el trabajo porque alguien tiene que velar por las cosas por las que no vela la administración».

La tesorera dijo que entendía la falta de recursos que impiden que el acueducto no tenga la atención que merece, «pero por lo menos que se vele y se denuncie o se consigan pequeños objetivos como un folleto informativo».

Rosa Anaya recordó que cuando Javier Aguilar presidía la asociación, «iba a un lado, a otro, hacía gestiones y estábamos muy tranquilos». Tras su desaparición, los Amigos de San Telmo deben coger el relevo.

La cita tendrá lugar en la sede de la asociación, el número 5 de la calle Zurbarán, la casa de los padres de Javier Aguilar, que construyó el abuelo de este, Juan Aguilar, el primer guarda del acueducto de la familia, en terrenos de la actual Fundación Benéfica Caudal y Acueducto de San Telmo.

A este respecto, la tesorera señaló que el gran problema que tiene el Acueducto de San Telmo es que en la fundación están representadas todas las administraciones pero el BIC no pertenece a ninguna en exclusiva, lo que provoca que no se avance mucho en su protección y recuperación. «Lo ideal sería que lo asumiera alguna administración porque para recuperarlo hace falta bastante dinero», argumentó.

La asociación, señaló Rosa Anaya, tiene la intención de colaborar de forma estrecha con la fundación que recuerda a Martín de Aldehuela, autor de esta obra de ingeniería del último tramo del siglo XVIII.

Para Enrique Aguilar, padre de Javier y guarda de San Telmo ya jubilado (tiene 81 años), la reactivación de la asociación que presidía su hijo es muy necesaria para la preservación del monumento: «Hay que volver a ponerla en marcha para seguir defendiendo el acueducto».

El antiguo guarda sigue vigilando la obra del XVIII siempre que puede «aunque ya no me atrevo a pasar por los puentes y no se puede andar porque han puesto puertas por todos lados», se queja. Aunque valora la recuperación que del puente de los once ojos, en Ciudad Jardín, ha hecho el Ayuntamiento, considera que, en general, «está ahora muy dejado, hecho polvo».

A Enrique Aguilar le gustaría además que el hijo que le queda, Juan José, pudiera continuar la labor de su hermano Javier y fuera nombrado guarda honorífico de San Telmo, con un sueldo testimonial «por 5 o 10 horas semanales» que permitiera además seguir con la vigilancia del acueducto, algo que Javier Aguilar realizó hasta el último día. «Le escribí una carta al alcalde pero no me ha contestado», explicó Enrique.

Por otro lado, en julio del año pasado, el pleno municipal aprobó una moción institucional presentada por el grupo socialista por la que se buscaría el emplazamiento más adecuado a un monolito en reconocimiento a los guardas del Acueducto de San Telmo, iniciativa que todavía no se ha hecho realidad y que el desaparecido Javier propuso que se instalara en un parque de Olletas con restos de dos molinos que recibían las aguas del acueducto.

La misma moción instaba al Ayuntamiento a poner en marcha el plan especial del BIC. Ahora, la asociación peleará por lograr este y otros objetivos.