­El sindicato CCOO afirma que la Consejería de Salud está recurriendo a diversas técnicas de «maquillaje» para camuflar la cifra real de pacientes en listas de espera quirúrgica que hay en Málaga, que podría así estar entre un 20% y un 30% por encima de las cifras oficiales recogidas por la Junta de Andalucía, ya de por sí abultadas. Según un informe realizado por esta central sindical y presentado ayer, los últimos datos disponibles de Salud contabilizan en Málaga a 21.229 personas pendientes de operarse: más de 18.000 corresponden propiamente a la lista de espera mientras otras 3.000 se incluyen en la categoría de «transitoriamente no programables», en la que se sitúan pacientes en proceso de reevaluación clínica o que han rehusado de entrada ser operados en un centro concertado.

CCOO afirmó que esta categoría de «transitoriamente no programables» constituye de por sí un primer recurso utilizado por la Junta para aliviar las cifras de las listas de espera, al incluir en ellas temporalmente a un perfil de pacientes que «están a punto de llegar al punto de espera máximo», por encima de los plazos establecidos en el Decreto y la Orden (180 y 120 días respectivamente) referentes a diversas patologías. En este sentido, Málaga presenta la cifra de pacientes «transitoriamente no programables» de toda Andalucía, según denunció el secretario general de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Málaga, Rafael González, acompañado del secretario general en Málaga, Antonio Herrera, y de las representantes sindicales en Carlos Haya y el Clínico (Pilar Fernández y Auxiliadora Moragues, respectivamente). González definió gráficamente a estas personas como «pacientes con el reloj parado» y recordó que representan un 14% del total del colectivo que aguarda operarse.

Sin embargo, el sindicato añadió que hay un segundo nivel de «técnicas» (en concreto, citó tres) a las que los gestores del SAS está recurriendo para enviar al «limbo» a un número extra de personas que, aunque también están a la espera de operarse en Málaga, no aparecen de ninguna forma en las estadísticas. CCOO calcula que este colectivo podría agrupar a otras 6.000 personas, con la que el volumen real de la lista de espera en Málaga alcanzaría los 27.000 pacientes.

El primero de estos métodos es la demora en la petición electrónica de pruebas complementarias (por ejemplo, una radiografía), con lo que retrasa la entrada de estos pacientes en la lista de espera. González señaló casos en Málaga de una prueba de este tipo solicitada en marzo para la que se ha dado cita en noviembre. Como segundo recurso para ralentizar el flujo, CCOO denunció la creación por parte del SAS de un «circuito ficticio de derivaciones», que hace por ejemplo que algunas intervenciones planteadas desde algunos centros (caso de las prótesis de rodilla) deban recibir el visto bueno del Hospital Regional. En tercer lugar, el sindicato se refirió al incentivo que reciben los centros de salud para realizar el menor número de derivaciones a los especialistas para cirugía (al incluirse este concepto en los índices de productividad).

CCOO recordó también que la demora media de las personas que esperan operación en Málaga ha subido desde el año 2011, pasando de 54 a 61 días en el caso de las patologías incluidas en el Decreto (180 días), lo que la convierte en la segunda de Andalucía con mayor demora. En el caso de la Orden (120), la espera ha pasado de 45 días a 53 y es la más alta de la región. El volumen de pacientes en lista de espera oficial se ha incrementado un 9% en este tiempo.

El sindicato afirmó que toda esta dinámica se produce en un contexto de recortes y en un «proceso de privatización silenciosa» potenciado por Salud. El informe sostiene, en este sentido, que los conciertos sanitarios con clínicas privadas han subido casi un 40% para 2016. Herrera se opuso a que sean trabajadores del SAS los que realicen las operaciones de pacientes derivados a clínicas privadas, opinando que se contribuye así «a la perversión del sistema y a que suban las listas de espera».

«Se están produciendo una serie de recortes y falta de inversiones que están provocando un aumento considerable en las listas de espera y han llevado a esta situación de deterioro sanitario en Málaga. Y en vez de invertir, se produce un desvío considerable hacia la sanidad privada», dijo.