Fue un flechazo musical en toda regla pero los culpables no fueron los clásicos ángeles con arpas celestiales. En el caso de Lidia del Río, actual profesora de arpa en el Conservatorio Manuel Carra, cuenta que ella era pianista y fue llegar al aula de arpa «y quedar enganchadísima».

Y lo que le ocurrió a María Jesús Bedoya, profesora en el Conservatorio Superior de Música de El Ejido, fue que se quedó obnubilada con Harpo Marx: «Según cuentan mis padres, era ver al mudo de los Hermanos Marx y quedarme extasiada». Harpo Marx, por cierto, «era muy buen arpista profesional», cuenta Lidia del Río. Esta profesora madrileña fue una de las causantes de que a partir de 1990 Málaga contara con la especialidad de arpa y una de sus primeras alumnas fue María Jesús Bedoya, luego profesora, que comenzó sus estudios musicales estudiando chelo, «porque no había arpa». Pero luego dejó el chelo por el instrumento que le fascinó desde niña.

Estas dos profesoras llenas de vocación y amor por el arpa clásica dieron un paso más hace dos años al formar la Orquesta de Arpas de Málaga, la primera formación de este tipo en España y una de las pocas que existen en Europa. «Si buscamos un paralelo, tenemos la orquesta italiana de arpas, organizada por una compañera profesora de Italia», cuenta Lidia.

Las dos profesoras han sido además solistas en orquestas y quisieron difundir el arpa de una forma muy especial: «Lidia me propuso que por qué no formábamos una orquesta, tenemos mucho alumnado profesional que ha ido terminando con nosotras su carrera de arpa», comenta María Jesús.

Y en marzo de 2014, con las dos profesoras y seis antiguos alumnos, nació la Orquesta de Arpas de Málaga, que se estrenó en la sala Falla del Conservatorio Superior de Música con adaptaciones para arpa de piezas de Albéniz, Falla, Bizet, pero también con piezas compuestas ex profeso para la orquesta.

«Hemos estrenado 12 ó 15 composiciones. Como el arpa es la gran desconocida y la gente tiene mucho miedo a componer para ella, todos los años doy una charla explicativa en el departamento de Composición para acercarle al alumno el instrumento y comentarles que estaríamos encantados de poderles estrenar obras. Esa semilla está dando sus frutos», cuenta María Jesús Bedoya.

Y de la reacción del público al escuchar las ocho arpas habla Lidia del Río: «El recibimiento es una maravilla, primero por el efecto estético de ver sobre el escenario ocho arpas y que crea un impacto muy grande y una vez que empezamos el silencio es total y luego los aplausos van creciendo. Al final no nos dejan salir del escenario, siguen pidiendo bises. Es muy gratificante».

La profesora recalca que «con el sonido del arpa, que es tan angelical, el público lo percibe de esta manera, así como el cariño que le dedicamos al arpa y de esa manera disfrutamos nosotros y disfruta el público».

La vocación de los intérpretes se demuestra además en cómo aprovechan el tiempo para ensayar: «El principal problema es que todos los miembros de la orquesta o trabajamos o estudiamos y qué nos queda: los fines de semana, hay que tener mucha fuerza de voluntad para reunirse los domingos a las 10 de la mañana». Y otro mérito añadido: no cuentan de momento con ningún apoyo institucional o privado.

La Orquesta de Arpas de Málaga ha tocado en escenarios como el Museo Picasso, el antiguo Conservatorio María Cristina o el Teatro Echegaray. También lo ha hecho fuera de Málaga capital: Fuengirola, Nerja, Almuñécar, Granada, Baza...

El próximo concierto se celebrará en unos días, el viernes 29 de abril a las 20.30 horas en el centro social de Churriana (entrada libre). Las siguientes citas, el 14 de mayo en la Casa de Cultura del Arroyo de la Miel y para el 25 de junio tienen previsto tocar en el festival internacional de Boadilla del Monte, en Madrid.

La música angelical de las arpas ha bajado a la Tierra y no deja de captar adeptos entusiastas.