La historia del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Málaga y Melilla comienza a mediados de los años 50 con un grupo de profesionales adscritos al Colegio de Andalucía, con sede en Granada. La delegación provincial de Málaga estaba compuesta por 26 graduados que ya en 1963 eran reconocidos por la Administración de forma oficial como los únicos profesionales autorizados para el asesoramiento en materia laboral. Pero la vida institucional del Colegio comenzaría oficialmente el 30 de abril de 1966 en el centro de la capital, en el número 10 de la entonces denominada plaza de José Antonio (hoy plaza de la Constitución). Un día en el que por Orden Ministerial, el Colegio de Málaga era autorizado como el primero en España con carácter provincial, con 90 colegiados censados, según recuerda el actual presidente de la institución, Juan Fernández.

Tuvieron que pasar nueve años para que el colectivo pudiera contar con unas instalaciones a su medida. Así, el 22 de mayo de 1975 se inauguraba la nueva sede colegial en el número 2 de la avenida Manuel Agustín Heredia, un emplazamiento elegido y situado junto a Magistratura, los Sindicatos y la Delegación de Trabajo. Había entonces 186 colegiados ejercientes y 40 titulados sin ejercicio. La prensa de la época destacaba en ese tiempo la participación activa de diez mujeres. En esos años, la Junta de Gobierno estaba presidida por José Miguel Morales. Una época muy difícil, en plena Transición. Cuando se produjo la matanza de los abogados laboralistas por terroristas de extrema derecha en la madrileña calle de Atocha en 1977, los Graduados Sociales de Málaga se reunieron en sesión extraordinaria y remitieron un telegrama de apoyo al presidente del Consejo General de la Abogacía de España manifestando su enérgica repulsa contra «€el cobarde asesinato de unos profesionales en el noble ejercicio de su profesión».

El Colegio va adquiriendo una gran relevancia social. «Más de 14.000 empresas y 100.000 trabajadores son asesorados por los Graduados Sociales», recogían los medios en esos años. En abril de 1980 Málaga se convierte en la sede del Primer Congreso Nacional de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.

En 1982 es proclamado presidente Juan Antonio Domínguez Macías, que se marcó como prioridad la formación y que impulsó en 1984 la creación de un curso de homologación para que se equiparara el Título de Graduado Social con el de Diplomado Universitario. Un centenar de profesionales malagueños participó en las clases. En 1985, se aprueba crear un servicio de asistencia gratuito o turno de oficio para atender a aquellos trabajadores sin posibilidades económicas.

En 1986 es elegida una nueva junta de gobierno con Bienvenido García al frente, que organizó el Primer Congreso Andaluz de Graduados Sociales (1987) que tuvo lugar en Torremolinos, y que permaneció 16 años en el cargo. En esos años, el colectivo gana notoriedad profesional en los círculos judiciales. De hecho, se reconoce a los Graduados Sociales su derecho a ocupar el estrado y vestir toga en los juicios orales de tipo laboral y con relación a la Seguridad Social, que se celebran ante las Magistraturas de Trabajo.

En 2002, Joaquín Ruiz ocupa el cargo de presidente del Colegio y entre sus metas fija la búsqueda de una nueva sede que dé servicio a los casi 1.000 colegiados de la provincia. En 2005 se inauguran las nuevas instalaciones de la calle Compañía, actual sede de la institución. Desgraciadamente, Ruiz fallecía ese mismo año siendo sucedido temporalmente por Pablo Bombo y, tras las nuevas elecciones de 2006, por Agustín del Castillo. En 2010 llega a la presidencia Juan Fernández, que actualmente sigue ocupando el cargo.