La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Adelaida de la Calle, pidió ayer que no se desprestigie la política «después de una legislatura frustrada» de la que entiende que los ciudadanos se sientan «defraudados».

De la Calle, que ha recibió ayer la medalla de oro de la Universidad de Málaga, de la que fue rectora entre 2004 y 2012, aseguró que «es el momento de exigir más eficacia, más transparencia y más capacidad para negociar».

Durante su discurso, en el que De la Calle se mostró visiblemente emocionada, subrayó que a pesar de que los políticos no hayan estado «a la altura de las circunstancias, no significa que debamos castigar a la política con nuestra indiferencia».

«Estoy convencida de que de esta nueva situación saldrán leyes de consenso en educación», destacó y añadió que «la pluralidad es buena y el mestizaje ideológico es necesario».

Recordó el cambio que se produjo en su vida hace un año cuando la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, le propuso dirigir la Consejería de Educación, un cargo que le ha permitido cambiar su percepción de la política y de la educación.

«Desde entonces, mi campo de visión de la educación ha crecido así como crece mi admiración hacia los miles de maestros que enseñan forma y siembran la semilla del conocimiento en la mente de nuestros niños», sentenció. Aprovechó para ratificar que la educación «sigue siendo uno de los pilares sobre los que se construye cualquier sociedad civilizada» y ha apuntado que es «el pasaporte para el futuro».

«Solo a través de la educación crearemos conciencia del perjuicio que la desigualdad alcanza en la sociedad, solo con la formación alcanzaremos la verdadera libertad», dijo. También hizo un recorrido por su trayectoria en la Universidad de Málaga, yaseguró que la capital de la Costa del Sol «es una ciudad universitaria, moderna y cultural que se ha proyectado económica y socialmente».