Una decisión definitiva sobre el proyecto de ejecución del ramal del metro hasta el Hospital Civil. Esto es lo que pide el consejero de Fomento, Felipe López, que ayer lanzó un ultimátum al Ayuntamiento de Málaga y le exigió una «respuesta institucional».

El equipo de gobierno se está quedando sin margen de maniobra ante el proyecto del tranvía. El rechazo de la propuesta municipal del metrobús, que rescató el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tres años después de ser descartada, lo deja ante la tesitura de tener que definir su apoyo o rechazo al proyecto de ejecución del tranvía al Hospital Civil.

El consejo de administración de Metro de Málaga que se celebrará el 11 de mayo añadirá más presión, ya que la opinión de los inversores tiene mucho peso. La amenaza de las reclamaciones económicas planea sobre este proyecto, con una cifra que supera los 850 millones de euros de posibles devoluciones a los integrantes de la concesionaria y al Banco Europeo de Inversiones (BEI).

El consejero insistía ayer en que es necesaria un posicionamiento claro del Ayuntamiento como institución, rechazando que se limite a emitir informes sectoriales sobre el proyecto de ejecución, en referencia al realizado por Urbanismo. «Queremos la posición institucional, aprobada por el pleno, la junta de gobierno o quien tenga esa capacidad», insistió Felipe López, quien lamentó el cambio de criterio municipal ante un trazado que fue consensuado y aprobado por el Ayuntamiento en 2013. «Esta solución no fue resultado de la casualidad ni la improvisación, sino que tiene un estudio económico que lo avala», advirtió el consejero.

La exigencia de esta definición está obligada por aclarar si el Ayuntamiento romperá el protocolo firmado en 2013 o asumirá su cumplimiento, ya que el proyecto de ejecución está pendiente de la postura municipal.

La presión se reforzará la semana próxima una vez que la Consejería de Fomento emita su respuesta al informe de Urbanismo, con el que el Ayuntamiento pretendía parar el proyecto. Felipe López ya adelantó que consideran que la argumentación principal -la no inclusión del tranvía en el planeamiento urbanístico- no tiene peso. Los técnicos de la Consejería argumentan que se actúa sobre un viario existente y no se cambia ninguna calificación urbanística o uso.

Con todo este panorama, el consejero de Fomento lanza una advertencia: «Espero que esto no nos lleve a discutir este tema en los tribunales, sería lo último y no deseable». Al mismo tiempo, lanza un llamamiento para buscar una salida política a este problema, pero sin renunciar al trazado hasta el Hospital Civil.

No en vano el consejero, considera que la no ejecución de este trazado pondría en riesgo la viabilidad económica del metro, ya que no se alcanzaría el umbral de los 21 millones de pasajeros necesarios para asegurar su equilibrio económico.