Tras un invierno cálido y seco, las lluvias de estos días caen "como agua de mayo" en el campo andaluz, que se encuentra muy necesitado de humedad, pero no compensan el déficit hídrico de los últimos meses, según las organizaciones agrarias COAG y ASAJA.

Aunque el refranero popular hace referencia a la idoneidad de las lluvias en esta época del año, lo cierto es que esta depende de la intensidad de las precipitaciones, y aunque en general benefician a la agricultura, para algunos cultivos llegan un poco tarde debido a las inusuales altas temperaturas de este invierno.

Según ha afirmado a Efe secretario general de COAG en Andalucía, Miguel López, la "llave" del campo siempre la ha tenido la primavera, pero este año ha habido unas temperaturas muy elevadas y, tras un "invierno desconocido de calor", los cultivos "se han adelantado una barbaridad".

Por ello, aunque puede que "arregle algún cereal tardío", a los cereales les llega algo tarde la lluvia, que sí va a beneficiar al girasol y a la arboleda en general, porque "ayuda a llenar el vaso" y la tierra tiene "mucha necesidad" de agua, ha explicado.

Actualmente existe un importante déficit hídrico que "no se está cubriendo" y pese a que los regadíos tienen como recurso el agua embalsada, su uso también tiene como consecuencia un aumento de los costes de producción, ha apuntado López.

Uno de los problemas reside en que la lluvia cae "de manera muy irregular" en el territorio, con lo cual no beneficia a todas las zonas por igual, por lo que ha confiado en que en los próximos días llueva de una manera uniforme en la comunidad.

Si llueve "en condiciones normales", no de una manera torrencial, y con cierta uniformidad, hay cultivos de primavera como el maíz, el algodón y girasol que se beneficiarán de las precipitaciones, que también podrían contribuir a que haya una producción "más razonable" del olivar.

En cuanto a los perjuicios, cita la aparición de hongos por la humedad unida a las altas temperaturas, por lo que en estos casos hay que extremar los cuidados en la vid y el olivar, aunque esto "no es nada que no se pueda combatir" desde el punto de vista técnico, ha indicado.

Desde COAG no ocultan su preocupación por la escasez de lluvias que ha habido este invierno y subrayan la importancia de la agricultura para sustentar un sistema productivo que permite tener una balanza comercial superior a los 4.000 millones de euros, además de contribuir a mantener la población en el medio rural.

En la misma línea se ha pronunciado el presidente de ASAJA en Málaga, Baldomero Bellido, quien ha manifestado a Efe que las lluvias en esta época "se agradecen enormemente", aunque en algunos casos llegan tarde.

Ha recordado que en "meses importantes" de precipitaciones como noviembre y diciembre no llovió, y a partir de febrero "empezó a normalizarse" la situación, pero todavía se mantiene el déficit hídrico.

Aunque hay algunos cultivos que están en floración y el agua "les lava" el polen, el beneficio de las lluvias en mayo es "mucho más que la pérdida", ha señalado.

Entre los beneficiados ha citado los cereales, el girasol, los garbanzos y la matalahúva, así como la arboleda, desde el olivar al almendro, los cítricos y subtropicales como el mango y el aguacate.