La tromba de agua caída en pocos minutos durante la mañana del lunes ha sido también la gota que ha colmado la paciencia de la asociación de vecinos de Pedregalejo, que ayer reclamó al Consistorio que las obras en el cauce del arroyo de los Pilones «se reanuden ya porque si no el siguiente paso va a ser una concentración de vecinos si el Ayuntamiento no acelera, la gente ha llegado ya al límite», explicó Adolfo García, portavoz de la asociación de vecinos.

Como adelantó La Opinión el pasado 20 de abril, las obras para rebajar el cauce del arroyo comenzaron el 14 de noviembre del año pasado pero llevan paralizadas desde antes de Semana Santa por haberse agotado el presupuesto de 99.999 euros. «No estaba previsto poner nueva la red de saneamiento, ni la de agua ni la red de Endesa, con arquetas nuevas», resumió Adolfo García, que explicó que lo único que queda es hormigonar el cauce, colocar un punto de luz, ampliar la rampa peatonal de la calle Jábega y colocar barandillas en las rampas.

La tormenta del lunes provocó que las vallas metálicas de las obras «hicieran de retén de toda la maleza que arrastra el arroyo» y la llegada de los bomberos, explicó el dirigente vecinal.

Adolfo García destacó que lo único positivo de la tromba fue constatar que el rebaje del cauce funcionó y no inundó las calles del entorno ni el paseo marítimo de Pedregalejo, como ocurrió en las inundaciones de 2010 y 2012.

«Desde 2010 la asociación de vecinos estaba pidiendo el rebaje del cauce, dos inundaciones ha tenido que sufrir el barrio para que el Ayuntamiento ejecute la obra», señaló y destacó que la construcción de la urbanización de la Hacienda Paredes había provocado que todas las aguas pluviales de la zona se recondujeran hasta el arroyo de los Pilones, lo que causó el desbordamiento del cauce.

Francisco Soto, también de la asociación de vecinos, declaró que tras la tromba «los vecinos están bastante preocupados» y lo justificó en que, incluso si ahora continuaran las obras, «no terminarían hasta finales de junio».

El dirigente vecinal, que recordó que la del arroyo es una de las arterias principales del barrio, también contó que las alcantarillas «no paran de rebosar las aguas fecales y nuestra preocupación es grandísima». Para Francisco Soto, «esto se acabaría con tres camiones de hormigón porque es una obra muy chiquita», por eso pidió que «si el Ayuntamiento no tiene dinero, que adelante algo».

Por su parte, la concejala socialista Estefanía Martín Palop criticó al equipo de gobierno «primero, por poner en marcha una obra y no planificarla de forma adecuada y segundo, por dejar una calle así, sin posibilidad de tránsito», algo que a su juicio además de afectar a los vecinos, «afecta a la zona turística del barrio que hay que vender» y recordó que el concejal de Málaga Este, Julio Andrade, también lo es de Turismo.

El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, contestó ayer a los vecinos y precisó que «estamos pendientes de adjudicar las obras, hasta que no han entrado en vigor los presupuestos no hemos podido contratar los proyectos de obra pendientes». También habló el concejal Julio Andrade, que comentó que el arroyo de los Pilones «nos preocupa exactamente igual pero a veces la burocracia es muy pesada» y recordó que la reanudación de las obras se encontraba ya en la mesa de contratación de la Gerencia de Urbanismo.