­El exjefe del servicio de Limpieza del Ayuntamiento de Málaga aseguró ayer que el Ayuntamiento está «perfectamente cualificado» para gestionar «directamente» el servicio de limpieza que presta Limasa, además de que supondría un ahorro. Ángel Miranda, que compareció ayer por la mañana en la comisión de investigación de Limasa y es un experto conocedor del servicio de limpieza, aseguró a preguntas de los concejales de los grupos que «el Ayuntamiento puede gestionar Limasa con un modelo público, tiene capacidad para ello y técnicos muy cualificados», añadiendo que «el modelo actual no lo recomiendo, no me gusta que haya tres empresas privadas gestionando el servicio pues el Ayuntamiento tiene capacidad para llevar el mando». De hecho, Miranda explicó que en 2003, cuando el Ayuntamiento inició el expediente para la rescisión del contrato con Limasa por incumplimiento del mismo, los técnicos municipales informaron favorablemente sobre la «recuperación del servicio; «yo eché cuentas y las cuentas salían», por eso otros técnicos y yo éramos de esa opinión». Además, lo justificó en que «sería más barato, y cifró en un cálculo a vuela pluma en unos 10 millones el ahorro anual que supondría el que la limpieza estuviera en manos públicas.

Aún así, Miranda aseguró que Limasa «funciona bien, y cumple el contrato, es una empresa bien gestionada, con un alto nivel», si bien luego matizó que «cualquier empresa a la que se le garantice por contrato el cubrir los gastos, eliminar el riesgo y ventura y obtener beneficios, es más fácil de gestionar».

Muy cauto en sus declaraciones, sin querer entrar nunca a hacer valoraciones como le incitaban las preguntas de los concejales, Miranda explicó que el polémico canon por asistencia técnica, por el que la empresa factura el 2,5% de todos los gastos, se abona correctamente «pues es un coeficiente que viene en el contrato», si bien especificó que «su justificación es la factura que emite Limasa y no se indica ningún concepto», «eso es cosa de los socios privados»; a su juicio «no debería de existir, pero está en el contrato». También rechazó que se paguen servicios que no se prestan, «eso es imposible», dijo; o que se abone dos veces un mismo servicio.

Confirmó que durante los año que fue jefe del servicio de Limpieza (2008/12) rechazó firmar algunas certificaciones por entender que no correspondían con el objetivo del contrato «y que debían pagarse por la vía de la compensación económica», que se acordó pagar en 2005 para compensar que el coste del personal subía por encima de lo acordado en el contrato.

A su vez, calculó en que se acordó en 2005 unos 2 millones de euros lo que costaría ahora rescindir el contrato con Limasa, eso sin contar la deuda de unos 20 millones que el Ayuntamiento arrastra con la empresa por el retraso en el pago de las certificaciones, algo a lo que habrá que dar solución dentro de un año, cuando finalice el contrato.