­Como el que tiende la mano para alcanzar ese cuadro de Breda. Así se vivió este martes en la Diputación el giro de voluntades que se desarrolló a última hora en el pleno ordinario correspondiente al mes de mayo. El equipo de gobierno popular decidió finalmente retirar el punto de la moción urgente que proyectaba la reprobación del diputado socialista Luis Guerrero, a pesar de la moción urgente presentada para señalarle, por segunda vez, después de que se conociera que el TSJA ha abierto diligencias por figurar como director del Centro Andaluz del Flamenco en Jerez, a pesar de que realmente desempeñaba su labor en el Centro Andaluz de las Letras en Málaga.

Fue el propio presidente de la Diputación, Elías Bendodo, después de un intercambio de acusaciones y varias broncas incluidas entre la portavoz del PP, Francisca Caracuel, y su homólogo en el PSOE, Francisco Conejo, quien tomó la palabra para mostrar su intención de retirar la reprobación a cambio de que Guerrero facilite la documentación que le reclaman los populares. En concreto, una memoria explicativa sobre su trabajo desempeñado desde que saliera como cargo eventual de la Diputación.

Bendodo se justificó, como ya ha hecho en reiteradas ocasiones, en la necesidad de acercar posturas aludiendo a los «nuevos tiempos políticos» e insistió en su deseo de «sacar los enfrentamientos partidistas de la Diputación». Así lo hizo previamente Conejo, que actuó como defensor de Guerrero y le echó en cara al PP que simplemente perseguía «enfangar el debate político», en vez de discutir de los asuntos de interés general para los malagueños, que no estarían interesados en que el enfrentamiento político entre PP y PSOE se convierta en la principal regla del juego en la institución provincial.

Duras acusaciones de Caracuel. Este acto de contrición repentino entre PP y PSOE, que estuvo precedido también por una breve conversación entre bambalinas que protagonizaron el propio Bendodo y Conejo, se produjo a pesar de las duras acusaciones que lanzó la portavoz del PP, Francisca Caracuel, y que habló de Guerrero como «una figura pública que ha despreciado todo deber de información y que ha faltado a la verdad durante más de tres años». Unas palabras, a la postre, que dejaron una sensación enrarecida en el pleno después de constatar que Caracuel se viera desautorizada y observara el rechazo a su intención de reprobar a Guerrero por parte de su propio jefe de filas y último responsable al frente de la Diputación. No fue, como en otras ocasiones, una retracción por falta de apoyos. Los quince votos de los diputados populares hubieran bastado para sacar adelante la reprobación, después de que Izquierda Unida y Málaga Ahora se plantaran en la abstención.

El portavoz de Ciudadanos, Gonzalo Sichar, aseguró que esta moción no se hubiera planteado si no hubiera sido por la «carga mediática» que conlleva en plena precampaña electoral y señaló que su partido «esperará para hacer valoraciones a que se pronuncie un juez».