La construcción del metro en superficie hasta el Hospital Civil está en suspenso desde que empezó el mes de mayo. El Ayuntamiento de Málaga tiene parado este proyecto, con una inversión prevista de 41 millones de euros, y no tiene intención de permitir que avance su tramitación. Los informes en contra de las áreas de Urbanismo y Movilidad, así como la oposición de dos grupos de vecinos de la zona, invalidan esta actuación para el Consistorio, que reitera que no aceptará el tranvía en ningún caso con estos dos elementos presentes.

La reunión celebrada ayer, en un clima de claro enfrentamiento y tensión, incluso se escuchó la bronca entre representantes municipales y de la Junta, no acercó posturas. Si acaso sirvió para dejar fuera del debate al metrobús. Un informe jurídico de la Consejería de Fomento descartó la propuesta del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, por violar el pliego de condiciones del contrato.

Este informe ya deja fuera de todo debate la propuesta, aunque los concejales de Urbanismo y Movilidad, Francisco Pomares y Elvira Maeso, insistieron en reclamar ese informe para estudiarlo y recalcaron la intención municipal de seguir aportando documentación a la propuesta del metrobús, que reconocieron como un conjunto de «ideas esbozadas» que necesitan de un mayor desarrollo y definición técnica.

La Consejería de Fomento dio por terminado así el debate del metrobús, del que, no obstante, recordó que a finales de abril ya se le transmitió a De la Torre la falta de estudios y argumentos técnicos de esa propuesta. «Ni si quiera saben cómo darían la vuelta los autobuses al final de la línea», reiteró el gerente de la Agencia de la Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA), Francisco Pérez, quien insistió en que sus ingenieros ven inviable la propuesta del metrobús con los números aportados por el Ayuntamiento.

Bloqueo. Francisco Pérez reconoció que el proyecto del tranvía se encuentra totalmente bloqueado y a la espera de encontrar una vía de acuerdo con el Ayuntamiento, a lo que no renuncian todavía. Sin embargo, el gerente de la AOPJA dejó una advertencia y es que «cada día de retraso nos cuesta mucho dinero» y apuntó que no cumplir con los 21 millones de pasajeros anuales disparará los costes al desequilibrar los gastos de explotación y daría vía libre a la concesionaria a pedir una compensación.

Francisco Pérez apuntó directamente al Ayuntamiento como causante de esta situación, ya que el nuevo contrato con la concesionaria, firmado en 2014, y los cálculos económicos que lo sustentan parten del protocolo de intenciones firmado con el Ayuntamiento de Málaga. «En él se especifica que, descartada otras opciones, se acuerda llevar el tranvía hasta el Hospital Civil por Eugenio Gross y Blas de Lezo», algo que considera necesario cumplir.

Debate sin solución. El nudo de este embrollo se encuentra en la exigencia de la Consejería de Fomento de que el Ayuntamiento asuma de verdad el trazado consensuado en noviembre de 2013. En cambio, el Ayuntamiento se escuda en los informes negativos de Urbanismo y de Movilidad, además de en la oposición vecinal. Esta falta de entendimiento y puntos en común bloquea cualquier avance y las consecuencias no se antojan leves para ninguno.

El primer paso de la Consejería de Fomento para intentar desbloquear esta situación es responder a los informes en contra de Urbanismo. Además, considera que está abierta la participación vecinal para definir el proyecto final, pero no para cambiar el trazado o el modelo.

A partir de aquí, el panorama que se presenta es incierto. La no ejecución del tramo pactado podría llevar a que el BEI reclame la devolución de los 325 millones prestados para construir el metro por incumplimiento de los acuerdos. Eso abriría un frente judicial y de responsabilidades patrimoniales con graves consecuencias para el Ayuntamiento y la Junta.