­Los abogados jóvenes se enfrentan a muchos problemas a la hora de comenzar a ejercer: precariedad laboral, altos gastos e inestabilidad. Sin embargo, el presidente del Grupo de Abogados Jóvenes (GAJ) de Málaga, Alejandro Villalba, recuerda que las nuevas generaciones de juristas están bien formadas y han venido para dar guerra. La que se pueda, al menos.

Los abogados jóvenes tienen más problemas que los consagrados a la hora de ejercer la profesión, ¿no es así?

El principal problema que tenemos es la competencia. Comenzamos la carrera con muchos conocimientos, pese a lo que pueda parecer salimos mejor preparados de la carrera, hacemos un Máster en Abogacía que también nos prepara, y estamos preparados para dar un buen servicio, lo que ocurre es que hay una competencia feroz por parte de la propia abogacía joven y de la asentada.

¿Es difícil abrirse camino?

Es muy difícil. Cada vez cuesta más tener tu propio despacho, tu propia clientela, porque los gastos que tenemos que afrontar en esta profesión son desorbitados. Ya no sólo es colegiarse, sino los gastos fijos mensuales como las cuotas a las mutualidades, seguros médicos, seguros de responsabilidad civil, etcétera... unido a los gastos de alquiler de despachos o compartirlo, unido a la incertidumbre del pago, porque sabemos que tenemos gastos fijos pero no sabemos cómo vamos a cobrar.

¿Se abusa mucho de los abogados jóvenes que empiezan?

Sí. Es uno de los pilares de nuestros grupos de trabajo, luchar contra esas dificultades que se encuentran los abogados jóvenes al inicio. Ya a nivel general hay mucho abusos de los jóvenes cuando empiezan a trabajar, pero en nuestro caso en cuanto a las pasantías hemos detectado que hay jóvenes que están trabajando por 150 euros o 200 al mes que no les da ni para pagar los gastos de colegiación, pero como es lo que se ofrece y estamos acostumbrados a ello hay gente, por la necesidad acuciante que tiene, que coge ese tipo de trabajos, pero las falsas pasantías, los falsos autónomos, compañeros que trabajan en despachos para otros compañeros en régimen de ajenidad que a todos los efectos es un contrato por cuenta ajena, están trabajando como falsos autónomos recibiendo una cantidad fija y con ellas abonan todos los gastos de colegiación, pero no es ni mucho menos el contrato que deberían tener. También otra dificultad es que no existe un convenio colectivo, y se da la paradoja de compañeros que trabajan con su contrato laboral de ocho horas en despachos y cobran menos que los secretarios y secretarios adscritos al convenio de oficinas y despachos, que es estatal. Imagínese lo importante que es contar con un convenio colectivo que regulase la profesión.

¿Qué opina del examen de acceso a la profesión?

Queremos trabajar por un acceso digno y de calidad, porque es un examen de autoescuela. Son preguntas tipo test que tú te puedes preparar en casa, hay manuales que te preparan y toda la formación de la carrera y el máster te sirven, pero no tienen un peso fundamental en la prueba. La proporción entre lo que se aprende en el máster y lo que se aplica en el examen es mínima. Hay compañeros graduados en el último curso y nos dicen que ese examen es inútil y no sirve.

Entonces, ¿quieren un examen más complicado?

Bueno, es complicado. Aquí hay varias corrientes y formas de pensar. ¿Un examen más duro? No sería lo idóneo bajo mi punto de vista personal. Lo idóneo sería un máster efectivo, que prepare a los compañeros que quieren ejercer la abogacía para el acceso real y efectivo a la profesión.

¿Tienen muchos problemas para acceder al Turno de Oficio?

Lo que se exige es ser colegiado ejerciente y llevar tres años colegiado y hacer el examen de acceso, o tres años de colegiación y hacer el SOC, el Servicio de Orientación Jurídica, que son prácticas que se hacen en la Ciudad de la Justicia. Una vez dentro del turno tenemos los mismos problemas de los 13.000 abogados y procuradores que ejercen en Andalucía: el cobro del turno. Hace poco se llegó a un calendario de pagos de la Junta y se están cumpliendo, pero estamos llegando a cobrar a seis meses vista. El principal problema es que recientemente hemos conocido una nueva propuesta de retribución de la Junta de Andalucía, que se está negociando, pero que para nosotros es aberrante, vuelve a la profesión indigna. En muchos casos proponen que cobremos por un procedimiento completo menos de la mitad de lo que cobraríamos por una consulta.

¿Qué valoración hace del contacto que tienen los abogados jóvenes con la Justicia día a día?

No creo que el hecho de ser abogado joven influya en el trato que reciben.

¿Cómo ve usted la Justicia en Málaga?

Es un reflejo de lo que tenemos a nivel nacional. Es lenta, poco efectiva y que, en muchas ocasiones, no preserva el derecho de defensa y no permite al abogado ejercer su profesión con todas las garantías que ello conlleva. Hay muchos recortes y juzgados saturados, estamos preocupados en el sentido de que la situación no tiene visos de mejoría. Nos dijeron que iba a cambiar en cuanto entrara LexNet, pero no ha cambiado en absoluto. Sólo nos ralentiza y nos da más trabajo.