­Una deficiente gestión por parte del Ayuntamiento de la capital ha supuesto que finalmente sea el dinero municipal el que financie las obras de remodelación del entorno de Atarazanas, cuando en principio dichos trabajos iban a costearse con dinero sobrante del Programa de Turismo Sostenible Málaga Ciudad, financiado en un 60% por la Junta de Andalucía y en un 40% por el Consistorio. Finalmente, será el Ayuntamiento el que abone los 666.005 euros que costará la operación urbanística de esta zona.

Por ello, el área de Economía y Hacienda ha tenido que tramitar una modificación del presupuesto para hacer frente a dicho gasto, que fue aprobada en la comisión de Hacienda de esta semana.

El Ayuntamiento y la Junta habían acordado a finales del pasado año que el dinero sobrante de las obras de mejora del entorno de Molina Lario, financiado por el Programa de Turismo Sostenible Málaga Ciudad, se destinase a la segunda fase de este programa que incluía las obras de remodelación de Atarazanas.

Las obras se adjudicaron y comenzaron a comienzos de este año. Sin embargo, cuando en el área de Turismo fueron a tramitar el cambio de financiación del dinero que había sobrado de Molina Lario se encontró que no se pudo hacer pues había un plazo para solicitar ese cambio y el mismo se había sobrepasado, por lo que el Ayuntamiento no pudo acceder a ese remanente que ahora podrá dedicarse a las obras de la calle Keromnes, que también están incluidas en el programa de turismo.

Este error municipal ha supuesto que el Ayuntamiento tenga que costear en su totalidad las obras de Atarazanas.

Los trabajos, que están siendo ejecutados por la empresa Pavimentos Asfálticos Andaluces SL por la cantidad de 666.005 euros, contemplan la intervención en una superficie de unos 3.300 metros cuadrados, ocupada por un entramado de calles entre la plaza Enrique García Herrera (plaza de Camas) y el mercado, en el que se incluyen Olózaga, Sebastián Souvirón, Moreno Carbonero, Sagasta y Guillén de Castro y supondrá que el entorno del mercado pasará a ser un ámbito con prioridad peatonal.

El diseño previsto mantiene la actual ubicación y distribución de las zonas de carga y descarga, al tiempo que se está analizando con los vecinos y comerciantes de la zona el mejor emplazamiento para los aparcamientos de motos.

Los trabajos se efectúan con cierto retraso pues en principio se establecieron cuatro fases que debían culminar en julio, pero a estas altura aún no ha concluido la primera fase debido a la aparición de restos arqueológicos que han dificultado y retrasado los trabajos previstos.