El metrobús ha quedado desplazado del debate del metro, pese al intento del Ayuntamiento de Málaga de esgrimirlo como opción viable para el tranvía al Civil. Un duro informe jurídico de la Consejería de Fomento asegura que su inclusión como parte de la red de metro rompe el contrato de concesión, abriendo la puerta a recibir demandas de otras empresas que aspiraron en su momento a este contrato.

Ni se puede prestar un servicio de transporte que no sea ferroviario -el metrobús es un autobús-, ni se permite que un tercero -en este caso sería la EMT- asuma la gestión de un tramo de la concesión. Estos dos argumentos son suficientes para la Asesoría Jurídica de la Consejería de Fomento, que advierte de que seguir adelante con este proyecto se violarían las exigencias del pliego de condiciones del contrato, que no se pueden modificar cuando se refieren a la prestación del servicio.

«Lo que se plantea en la propuesta es una modificación del contrato que supondría, no un cambio de trazado, sino de prestación del servicio. Éste quedaría afectado no sólo en el modo de transporte -de ferrocarril a autobús-, sino que supondría también la participación de un tercero en la prestación del servicio, ajeno al contrato de concesión y que además, sería impuesto al concesionario», argumenta la Asesoría Jurídica en el informe, al tiempo que indica que no hay justificación «de interés público» para cambiar estas condiciones y que, en el caso de argumentarse, propone un estudio más profundo de su legalidad por las dudas que genera.

La conclusión a la que llega el análisis jurídico del metrobús es clara, ya que insiste la concesión debe circunscribirse a los términos del contrato. En el caso de que haya razones de interés público para modificar el contrato de concesión, se exige un análisis técnico y su viabilidad. Eso sí, siempre que las soluciones adoptadas se conciban «únicamente como transporte público ferroviario», no un autobús.

Este informe jurídico fue enviado ayer por la mañana al Ayuntamiento de Málaga, que lo remitió a sus servicios jurídicos para su análisis. No obstante, y a falta de la respuesta municipal, el metrobús queda descartado como opción al tranvía.

El Ayuntamiento de Málaga aspiraba a frenar la construcción del tranvía, pese a que lo había consensuado en 2013, y construir el metrobús a cambio. Esto implicaba hacer que la EMT asumiera la gestión de ese tramo.

El metrobús es un autobús de gran capacidad que circula por plataforma exclusiva, parecido en la concepción y afecciones al tranvía, pero que obliga a hacer un transbordo más de medio de transporte en la estación Guadalmedina, donde estaría el intercambiador.

El coste, a falta de que el Ayuntamiento avance en el estudio de su propuesta inicial, parece que es menor que el tranvía, aunque muy superior a los 5 millones de euros planteados inicialmente. Ya se estaba hablando de 27 millones.

Con el metrobús fuera del debate, el Ayuntamiento debe definirse sobre el proyecto del tranvía al Hospital Civil, que está redactado y a falta de que el Consistorio le dé su visto bueno.

Encuesta de satisfacción. El consejero de Fomento, Felipe López, dio ayer a conocer los resultados de la encuesta realizada a usuarios del metro en abril, que recoge una puntuación de 9 sobre 10 sobre este medio de transporte. Esta nota demuestra «la alta valoración y el elevado grado de satisfacción» de los usuarios con el servicio, ya que el año pasado obtuvo una clasificación de un 8,7 y cuya cifra ha sido superada ahora en tres décimas.

Entre los aspectos que obtienen mayor puntuación cabe desacatar la rapidez y el ahorro de tiempo, con un 58,4%, junto con la comodidad, con un 25,9%.