En apenas una semana, casi dos toneladas de marisco y pescado inmaduro han sido intervenidos en el corazón de la venta mayorista de la provincia. Si la Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía decomisó hace unos días en Mercamálaga 1.028 kilos de pezqueñines y otro género que carecía de la documentación que acredita su trazabilidad, este mismo servicio anunció ayer la retirada de otros 912 kilos que a buen seguro no serán los últimos. El propio delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Javier Salas, que destacó el daño biológico que esta actividad provoca en los recursos marinos y el perjuicio para el sector pesquero que ejerce su actividad conforme a la normativa, reconoce que, a pesar de que las inspecciones se realizan regularmente durante todo el año, «se intensifican especialmente durante el verano ante el incremento de la demanda de pescado por la época vacacional y la fuerte afluencia de turistas». La presión del consumo se impone y con él los riesgos en la captura, transporte, comercialización y consumo de este tipo de productos por mucho que se castigue con sanciones que van desde los 300 a los 60.000 euros, ya que todas estas actividades entran en la red de la infracción grave contra la normativa vigente en materia de pesca. A pesar de ello, las listas de la Inspección -y de la Guardia Civil en la última intervención- son similares a las ofertas que muchos chiringuitos ofertan con más o menos descaro a sus clientes. 565 kilos de chirla por incluir ejemplares inmaduros y otros 297 de pescado inmaduro y sin trazabilidad (72 de boquerones, 24 de merluza, 97 de chanquetes, 18 de calamares y 87 salmonetes, y 50 kilogramos de cañaíllas por mal etiquetado) han formado una lista que tampoco está exenta de riesgos para la salud.

No obstante, fuentes de la Delegación de Agricultura y Pesca en Málaga aseguran que buena parte del género se ha destruido por el mal estado que presentaba o porque generaba dudas. «Casi la mitad de los más de mil kilos intervenidos la semana pasada no eran aptos para el consumo», apuntaron. El que sí lo es se entrega a colectivos como el banco de alimentos Bancosol.