­Última sesión del juicio contra la modelo eslovaca de 26 años María Kukucova por el presunto asesinato de tres disparos de su exnovio Andrew David Bush en la noche del 4 de abril de 2014 en Estepona. El fiscal, que pide 20 años de prisión para la mujer, aseguró ayer que el móvil del crimen fue un ataque de celos, al igual que piensa la acusación particular.

«No se han acreditado malos tratos ni que fuera agresivo», afirmó el fiscal, para decir después que esa noche hubo «reproches, una discusión» y que pudieron tirarse objetos. El empresario, continuó, salió luego a calmar a su nueva novia, que lo esperaba en el coche. Cuando entró, fue muerto a balazos. «Por la rabia, por los reproches y por un ataque de celos decidió acabar con su vida», afirmó.

La modelo explicó que él le pegó y hubo un forcejeo en el que se disparó la pistola. Luego salió de la casa, sacó a la nueva novia del fallecido del Hummer donde lo esperaba y huyó. «Sabía dónde estaba el arma pero seguramente era de él», indicó. Tras los disparos, ella le colocó el arma en la mano izquierda simulando un suicidio. «Hay una única culpable aunque la defensa haya insinuado una defectuosa investigación, no es verdad», apuntó, para asegurar que no hubo forcejeo, sino que es un asesinato.

El acusador rechazó que hayan intervenido otras personas, «no ha quedado acreditado que fuese maltratada ni tiene signos de haberse atacado o defendido. La versión de la acusada es increíble. Es una mujer inmadura que no aceptaba la ruptura, quería seguir manteniendo la relación por dependencia emocional y económica, y al ver a la nueva novia tuvo un ataque de celos que desencadenó los hechos».

La defensa insistió ayer de nuevo en que el empresario pegó a la modelo y la insultó, así como que trató de dispararle, por lo que ella únicamente se defendió. El arma se disparó de forma fortuita durante la refriega.

La acusación particular ha asegurado que la acusada disfrutó de la buena vida. «Al ver a la nueva novia que era guapa como ella el móvil es pasional, los celos son controlables», precisó para indicar después: «La acusada estaba obsesionada con las mujeres que Bush pudiera conocer. Ha hecho su pequeño teatro todo el rato llorando pero si estuviese arrepentida lo habría dicho», para añadir luego que ha roto a la familia del fenecido.