El empecinamiento del Ayuntamiento de Málaga de no avalar la llegada del tranvía al Hospital Civil tendrá graves consecuencias para las arcas municipales si la oposición frontal al proyecto acabe finalmente enterrando la llegada del metro en superficie tal y como se acordó entre Junta de Andalucía y el Consistorio en 2013. Así lo ha asegurado el consejero de Fomento, Felipe López, que ha llegado esta mañana a Málaga para valorar los últimos acontecimientos de una obra que se encuentra paralizada debido al enfrentamiento entre ambas partes. "Si al final es imposible porque el Ayuntamiento no sólo no dé ninguna facilidad, sino que siga manteniendo su posición de oposición frontal, lógicamente los perjuicios sociales tendría que explicarlos el Ayuntamiento y los económicos tendría que asumirlos", ha asegurado López en relación a la posibilidad de que el BEI reclame la devolución de los 325 millones de euros prestados para construir el metro por incumplimiento de los acuerdos asumidos.

A pesar de que ha admitido de que no ha percibido un cambio de voluntades en los últimos días, y después de haber mantenido esta misma mañana una conversación telefónica con el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, López ha asegurado que espera que "la sensatez se imponga" finalmente y ha apelado, además, a los aspectos de mejora social y medioambiental que supondría para la ciudad el pleno funcionamiento del metro. De hecho, el consejero ha advertido por primera vez que estarían dispuesto a recurrir a la vía de aprobación por parte del Consejo de Gobierno del proyecto al declararlo de "interés general", lo que permitiría "salvar el obstáculo existente". Una opción por la que se decanta la Junta ante el informe municipal de inadecuación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del proyecto constructivo de la prolongación en superficie de la línea 2 del metro hasta el Hospital Civil. "Es un documento preceptivo, pero no vinculante", ha señalado López, agregando que el objetivo no puede ser otro que terminar la red para prestar "el mejor servicio a los ciudadanos".

En este sentido, ha aludido a "los cuatro millones de vehículos que retiraría de la circulación el metro una vez que esté en pleno rendimiento" y a las mejoras generales del servicio del transporte público en la capital. Una vez más, el consejero ha reiterado su malestar por las contrapropuestas que hasta ahora ha ofrecido el Ayuntamiento, entre otras la puesta en marcha del metrobús, al considerar que "todas empeoran de forma clara el servicio público prestado".