Sevilla y Córdoba son las dos capitales andaluzas donde el servicio de limpieza y recogida es municipal. En ambos casos, el servicio ha sido municipal desde los primeros tiempos de los ayuntamientos democráticos. Ambas comenzaron en 1986 y llevan, por tanto, 30 años co la gestión pública sin que en ningún caso -salvo algún conato durante el gobierno de Juan Ignacio Zoido, del PP en Sevilla- haya habido intentos o iniciativas para reconvertirlos en contratas privadas.

Traemos aquí un resumen del devenir de estas dos empresas como elemento de aportación al debate generado en Málaga sobre la municipalización de Limasa o su continuidad como gestión privada.

Ambas empresas: Lipasam, en Sevilla, y Sadeco, en Córdoba, registra luces y sombras en su gestión, en su actividad y en la prestación del servicio que analizaremos seguidamente.

Pero antes hay un primer elemento a destacar que unos asociarán con el modelo público del servicio y otros con la pura gestión. Tanto Córdoba como Sevilla gozan de un nivel de limpieza mayor que el de Málaga, algo reconocido por los ciudadanos, a través de sus asociaciones, como por los expertos con informes como el de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que en su ultimo estudio de satisfacción de 2015 sitúa a Sevilla y Córdoba como capitales que han mejorado su limpieza y reciben el aprobado de sus ciudadanos, mientras que Málaga está en el puesto 52 de un total de 60 ciudades analizadas y suspendiendo.

Plan de ajuste en Sevilla

Aunque hay quejas, ni cordobeses ni sevillanos tienen una percepción de ciudad sucia como la tienen los malagueños.

En lo que respecta a la gestión, en estos 30 años ambas empresas han pasado por momentos brillantes y otros de graves dificultades que han obligado a tomar medidas de ajuste. Pero para empezar por lo último decir que tanto Sadeco en Córdoba como Lipasam en Sevilla vienen teniendo beneficios económicos en los últimos años. En concreto, Lipasam tuvo en 2015 un resultado positivo de 18.654 euros y Sadeco un beneficio de 566.000 euros.

Pero no siempre fue así. En Sevilla, en 2008, el Ayuntamiento tuvo que aprobar el Plan Económico-Financiero de Lipasam, que en ese momento cosechaba unas pérdidas de 29 millones, debidas a que el incremento de los servicios prestados por la empresa no estuvo acompañado de incrementos similares en las transferencias presupuestarias del Ayuntamiento.

El plan se desarrolló durante los años 2009, 2010 y 2011, con el objetivo de restablecer el equilibrio económico y financiero de la empresa e iba acompañada de una operación acordeón por la que se efectuaba una ampliación de capital de 29 millones de euros y una reducción de 27,4 millones para engordar el patrimonio neto. El plan suponía además incrementar en un 16% las transferencias presupuestarias de los años 2009, 2010 y 2011, para adecuarlas al incremento de los servicios que se prestan.

El plan dio resultados y en 2010 la situación económica fue, por primera vez en muchos años, de beneficios de 1,5 millones de euros. Desde entonces la empresa cuenta sus resultados por saldos positivos: 8,2 millones en 2011 (aquí contó una importante devolución de IVA); 800.000 euros en 2012; 900.000 euros en 2013 y 300.000 euros en 2014, unidos a los 18.654 euros de 2015. Unas ganancias de 11,7 millones en los últimos seis años.

La cosa no ha sido fácil. A nivel laboral, los 1.550 operarios de Lipasam han sufrido la congelación de sus salarios desde 2008, la supresión de la paga extraordinaria en 2012 y una rebaja salarial de un 5% en 2013. Sólo a partir del convenio firmado este año la plantilla comenzará a recuperar parte de lo perdido, con un aumento este año de un 1%.

Sadeco, empresa estable

En Córdoba la empresa municipal, Sadeco, también ha tenido altibajos pero menos que en Sevilla. Sadeco, con una plantilla media de unos 725 trabajadores, no solo se dedica a la limpieza y recogida de residuos, también a la limpieza de colegios públicos y edificios municipales (lo que en Málaga hace Limposam), además de al control de plagas, al control de animales y la limpieza de servicios públicos.

Sadeco tiene otra singularidad pues una parte de sus ingresos (aproximadamente el 40%) le vienen por la recaudación de la tasa de basura que en Córdoba se mantiene. Una tasa que este año ha creado polémica en la ciudad pues es la única que ha crecido un 2% mientras que el resto de impuestos y tasas han quedado congelados.

Córdoba y Sadeco siempre han estado gobernadas por el PCE e IU (salvo entre 1995/99 que gobernó el PP) y la empresa de limpieza siempre se mantuvo en una gestión equilibrada hasta el último gobierno del alcalde Andrés Ocaña en que llegaron los números rojos y saltaron las alarmas. En 2009, 2010 y 2011 la empresa arrojó perdidas de 1,54 millones; 1,67 millones y 958.154 euros, respectivamente.

Con la llegada del PP al gobierno se puso en marcha un plan de saneamiento 2012-2014 para lograr el equilibrio financiero de la empresa.

El plan del PP dio la vuelta a los números rojos y ya en 2012 la empresa volvió a la senda de los beneficios, con un saldo positivo de 47.076 euros, que ha continuado ahora con un gobierno socialista, ya que se han aumentado los beneficios hasta llegar a los 566.000 euros de 2015.

El plan de ajuste que permitió el equilibrio de Sadeco tuvo un fuerte sacrificio laboral. La plantilla vio reducido su sueldo un 1% en 2012, mientras que se les congeló la antigüedad otros tres años. Además, las transferencia del Ayuntamiento a la empresa bajaron de 19,2 millones a 16,3 millones, pero luego se fueron elevando hasta llegar el año pasado a 18,1 millones.

Los resultados en positivo de los últimos años han despejado las duda sobre una posible privatización o externalización de Sadeco, con la que el Partido Popular había especulado en sus años de mandato municipal.

La subida de la tasa de basura en un 2% se destinará a alcanzar mayor poder adquisitivo para la plantilla, que volverá este año a recuperar la antiguedad y a lograr un incremento de sus ingresos.

Sadeco tiene un plan de pensiones para su plantilla

En Sadeco, la plantilla fija tiene desde 1995 un plan de pensiones. Los trabajadores de Sadeco pasarán a formar parte de este plan a los dos años de antigüedad en la empresa. Las aportaciones de la compañía a esta iniciativa van de los 48 a los 120 euros mensuales. El plan estuvo congelado los tres últimos años y en 2016 se ha recuperado.

Tasa de absentismo en Lipasam

El absentismo en Lipasam se ha reducido en un ejercicio en torno al 1%. Del 5,60% de ausencias ha pasado al 4,66%, según datos de la empresa. Se trata del porcentaje de baja laboral más reducido en toda la historia de Lipasam desde su nacimiento en 1986. Lejos quedan los índices de 2006, cuando uno de cada diez trabajadores faltaba sistemáticamente al trabajo por contingencias comunes; o del año 2005, con una tasa del 9,83%.