­Los datos sobre la prevalencia de diabetes en la provincia, por encima de la tasa nacional (que se sitía en un14%), siguen aumentando año tras año, a pesar de que la mayoría de ellos lo desconocen. Los principales motivos se deben al cambio de estilo de vida, a una mala alimentanción y a la vida sedentaria. Estas y otras consideraciones han sido aportadas por el endocrinólogo Diego Fernández que desde hace más de diez años trata a diario a pacientes diabéticos en el Clínico y en el Vithas Xanit Hospital Internacional de Benalmádena, para dar visibilidad a una patología que afecta a 350 millones de personas en todo el mundo.

¿Cómo ha evolucionado la diabetes en los últimos años?

Se diagnostica a edades más tempranas y con menos complicaciones que antes. Aunque la tendencia de la diabetes va en aumento, la incidencia de las complicaciones a largo plazo no, por lo que parece que las terapias actuales están haciendo algo bueno.

Además, hemos visto como la globalización ha hecho que haya distintos comportamientos en etnias o razas con una mayor tasa de población con diabetes.

¿Cuáles son los motivos para que no dejen de crecer los casos?

Principalmente, el aumento de la obesidad, la disminución del ejercicio físico y los mayores recursos para diagnosticar casos que antes pasaban desapercibidos. En el caso de los niños, hay que tener en cuenta que ahora aparecen muchas enfermedades metabólicas, como pueden ser la obesidad, el colesterol o los trirelicelidos en población que antes no aparecía. Cada vez se da a edades más tempranas. Ha influido mucho el cambio de estilo de vida, la falta de tiempo hace que consumamos más comida rápida y practiquemos menos ejercicio.

¿Por qué en Andalucía afecta más esta dolencia que en otras comunidades?

Siempre ha habido una distinción norte y sur en cuanto a las enfermedades metabólicas y en la obesidad. Esto tiene que ver con las temperaturas, con las costumbres y con el poder adquisitivo y el nivel sociocultural, puesto que la obesidad se asocia también a niveles más bajos.

¿Y en Málaga, son más positivos los datos?

La tasa de incidencia de la diabetes tipo 2 en Málaga es del 15%. De ellos, la mitad lo desconoce. La diabetes tipo 1 representa una ínfima proporción de todo la diabetes que se conoce. En el Clínico, por ejemplo, tenemos censados 1.200 pacientes con diabetes tipo 1 en la zona que cubre el centro. En cuanto a los diabéticos tipo 2, la atención primaria es clave. Normalmente nosotros solo vemos a los pacientes más complejos o con enfermedades asociadas importantes. El 50% de nuestra actividad está dirigida a personas que padecen diabetes y obesidad.

La falta de diagnóstico es bastante elevada, ¿cuál es el motivo?

Se debe a que la más frecuente, la tipo 2, es una enfermedad asintomática y cuando aparece normalmente tienen cinco años de evolución. Cuando los niveles de azúcar son muy altos, puede ocurrir que la persona empiece a tener mucha sed, a orinar mucho y a perder peso. Pero lo habitual es que aparezca de manera indolora, que se detecte en un análisis de sangre rutinario o a través de las complicaciones que la diabetes produce como pueden ser los problemas en la visión, renales o cardiovasculares.

Pero, al mismo tiempo, parece que cada vez hay más información y concienciación sobre la enfermedad...

Sí. Hay una mayor concienciación por parte de las autoridades sanitarias y además, el uso de la medicina 2.0 y de las redes sociales hacen que el paciente tenga un acceso rápido a información veraz sobre el manejo de su enfermedad y muchas características como las dietas, los ejercicios, o respuestas recomendadas ante situaciones específicas.Información hay y mucha, pero puede ser complicado filtrarla.

¿Qué se podría hacer desde la administración para frenar el ascenso?

De alguna manera, desde el punto de vista económico, se deberían disminuir el tipo de impuestos de la comida sana y subir el de la que no es tan beneficiosa. Y, por otra parte, fomentar desde el colegio el ejercicio y la cultura de la salud que, aunque va en aumento, no se tienen políticas objetivas y unitarias

Dice que ahora hay más recursos para el diagnóstico, ¿también hay nuevas opciones terapéuticas?

El cambio de paradigma en la diabetes va unido a controlar el azúcar asociado a perder peso, a mejorar parámetros como la tensión o el colesterol sin incrementar el riesgo de hipoglucemia que teníamos con las medicinas clásicas, ya sean pastillas o insulina. Hemos asistido a una mejora de todos los estamentos implicados en el abordaje terapéutico, desde la atención primaria hasta los avances en la insulina o la aparición de fármacos con resultados muy beneficiosos para el día a día. El punto crítico es la prevención. Un paciente con obesidad o antecedentes tiene mayor probabilidad y, por tanto, necesita de un mayor control.

¿En qué medida influye el exceso de peso o la herencia?

Más del 70% de los diabéticos tipo 2 son obesos. La genética es otro componente importante, ser hijo de un padre con la patología es un factor de riesgo más.