­Las guardias en los juzgados de la Costa del Sol se han convertido para muchos funcionarios en un auténtico infierno, sobre todo después de que la Junta obligara, a partir de 2012, a hacerlas con la mitad de la plantilla, acogiéndose para ello a una instrucción del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). «Haces mucho más de lo que debes abarcar», asegura un funcionario de Fuengirola.

«La verdad es que esto es muy jodido, porque la población se duplica. Además, nosotros no sólo atendemos los casos que nos llegan al juzgado de guardia, sino también al público que viene a denunciar», precisa, para añadir que en un día pueden tener 14 o 15 diligencias, «una barbaridad para solo tres personas, dado que el auxiliar no tramita».

«Es que además, en mi juzgado, nosotros hacemos el trámite cuando se trata de una conformidad y el juez se limita a firmar, haces más de lo que debes abarcar. Los atestados se duplican y triplican y aumenta el trabajo. El verano es muy estresante, más de lo normal, pero ancha es Castilla», subraya este funcionario, que prefiere mantener el anonimato.

En términos muy parecidos se expresa una de sus compañeras de Marbella. «Es mucho trabajo, ya desde abril empieza a subir la cosa, no te puedes imaginar la de labores que tenemos que hacer. Se dobla el número de detenidos. Es demasiado», señala, para agregar a continuación: «Lo mejor sería hacerlo con toda la plantilla o, si no toda, al menos con dos compañeros más, pero nos hacen falta refuerzos. Además, las guardias en la Costa del Sol son de una semana, incluyendo los sábados y los domingos y dos tardes a la semana».

«Tenemos que recoger las comparecencias apud acta, es decir, los que vienen a firmar por orden judicial, atender a los denunciantes, hacer juicios rápidos por delitos contra la seguridad vial, los extranjeros. Además, ahora tenemos muchos hurtos y a mucha gente se le deriva para que denuncie ante la Guardia Civil y la Policía Nacional», señala esta funcionaria de Marbella, en cuyos juzgados de guardia lo que entra no son precisamente casos fáciles, sino en la mayoría de ocasiones muy complejos.

«A veces, cada funcionario tiene dos o tres juicios rápidos y dos o tres detenidos y eso es un montón de papeleo. Necesitamos más personal», señala. De momento, nadie ha escuchado a los sindicatos, pero ellos siguen insistiendo en que necesitan más personal.