La portavoz municipal del PSOE, María Gámez, ha acudido al Centro de Deportes El Palo para conocer las instalaciones y prestar su apoyo a la moción que va a presentar el grupo socialista. El objetivo de la moción es la formalización de las actividades, hasta ahora llevadas a cabo por voluntarios, para que el equipo de gobierno colabore económicamente con el centro en la puesta en marcha de una escuela de valores. Francisco Gabriel Garrido, voluntario muy ligado al CD El Palo, apoya que la formación de personas es más importante que ganar un partido de fútbol.

Hace ya más de un año y medio que se iniciaron las clases sobre psicología, educación y nutrición, aunque su origen se liga al apoyo escolar. Pero estas clases no solo van orientadas a los niños sino a sus padres. El presidente del CD El Palo, Juan Romero, es contundente: "Presencio una actitud dantesca de los padres". Este sitio está creado para que los padres sepan comportarse en el terreno de juego "y los niños sepan divertirse". Francisco Gabriel Garrido está seguro que la formación de estos niños les llevará a alcanzar el éxito en su vida personal y profesional en el fútbol. Las charlas son de infantil para abajo y son de obligatoria asistencia, incluidos los padres. No solo se queda en el ámbito del deporte: apoyo psicológico, dotación de habilidades para la resolución de conflictos, habilidades pedagógicas, técnicas de estudio, proyección de valores de respeto, trabajo en equipo, superación, valores de igualdad, solidaridad y justicia social son solo algunos de los ejercicios llevados a cabo. De lo que está seguro Garrido es de que si esta iniciativa triunfa en El Palo, toda Málaga adoptará la medida.

Gámez cree que la iniciativa es muy necesaria ya que la violencia verbal es el preludio a otras formas de violencia. "Lo que vienen haciendo ellos de manera altruista y voluntaria se pueda materializar y hacer de una manera seria". Pero para ello se necesitan recursos. La portavoz aplaude la medida en un barrio "donde los niños con escasos recursos no tienen a donde ir para recibir una buena educación, exceptuando sus colegios, este distrito no ofrece muchas alternativas de ocio y esparcimiento". La medida ha sido un éxito, en la que acuden unos 500 menores en el campo de San Ignacio.