La última reunión técnica entre representantes del comité de empresa de Limasa y técnicos y directivos municipales para abordar la posible municipalización del servicio, cuando expire la actual concesión en abril de 2017, no sirvió para acercar posiciones. Así, todo queda supeditado a la reunión, ya de carácter más político, que ambas partes mantendrán con el alcalde y que deberá tomar una decisión sobre si apostar por la municipalización del servicio o por su privatización.

En la reunión de ayer, de apenas dos horas, se volvieron a constatar las diferencias que existen entre los convenios de Limasa, por un lado, y los que afectan al personal laboral y funcionarios del Ayuntamiento. El Ayuntamiento, por boca de su concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, insistió en que la apuesta por la municipalización pasaría por la rebaja salarial de la plantilla de Limasa para equipararla a la de los empleados municipales; la aceptación de la jornada de 37,5 horas y la eliminación de los puestos heredados; en definitiva, acogerse íntegramente al convenio de los funcionarios y laborales.

El comité de Limasa insiste en que la comparación de su situación laboral hay que contemplarla también con otros empleados municipales, como los de la EMT o Emasa, y que ello permitiría ver que no existen grandes diferencias entre su marco laboral y el de los trabajadores del Ayuntamiento y sus empresas.

Así las cosas, a la reunión definitiva con el alcalde se llevará un documento que planteará dos propuestas, de un lado la municipal del equipo de gobierno y la del comité de empresa. Al respecto el presidente del comité, Manuel Belmonte, dijo ayer que ya están ultimando una propuesta que llevarán a la negociación con Francisco de la Torre que pasaría por la creación de una sociedad anónima municipal acompañada de una serie de modificaciones en el convenio de Limasa «buscando el ahorro económico» que se pretende.