Siete colectivos vecinales de Málaga Este se dirigirán al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para que haga efectiva la sentencia firme de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Málaga de hace casi un año, del 29 de junio de 2015, que declara no conforme a derecho la calificación de sistema técnico de la zona donde se encuentra situada la estación de bombeo de aguas residuales (EBAR) junto al arroyo Jaboneros, originalmente calificada de zona verde.

En concreto, se trata de las asociaciones de vecinos Zona Popular de El Palo y Miraflores del Palo, Rebalarte, la EUCC Miraflores del Palo, Villa Cristina, la barriada de La Mosca y el Colectivo Paleño, informa el portavoz de estos colectivos Rafael Caparrós.

«¿Es el TSJA un organismo mindundi cuyas sentencias no se cumplen?», se pregunta Manuel Hijano, el vecino cuya vivienda linda con la estación de bombeo, construida por el Ayuntamiento entre 2005 y 2006 en el número 1 de la avenida Salvador Allende, y quien interpuso el recurso contencioso administrativo que ganó el año pasado.

Manuel Hijano recuerda además que el Consistorio no solo construyó la estación en zona verde sino que además lo hizo en terrenos del Ministerio de Fomento. A este respecto, este ministerio inició sendos expedientes sancionadores contra Emasa en 2005, 2008 y 2010 «por la construcción de instalaciones con ocupación de dominio público, sin la autorización preceptiva del Ministerio de Fomento».

Los colectivos vecinales entienden que el cumplimiento de la sentencia conlleva el traslado automático de la estación, que no puede estar levantada en una zona verde. «Si no puede haber una estación en zona verde es que está sobrando y lo único que está claro es que hay que cumplir la sentencia», apunta Manuel Hijano.

Sin embargo, la interpretación de la sentencia por parte del Consistorio es otra. El pasado 3 de junio el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, declaró en una nota tras reunirse con estos siete colectivos y con Miguel Hijano que el actual emplazamiento «es la menos mala» de las ubicaciones posibles. También subrayó que la sentencia no incluye la orden de traslado de las instalaciones, aunque indicó que el Ayuntamiento «mantiene el trámite para declarar fuera de ordenación urbanística dicha infraestructura, en cumplimiento de la sentencia judicial».

Un año después de la sentencia, los colectivos vecinales temen que el Ayuntamiento no mueva un dedo y de hecho el propio Raúl Jiménez ha señalado como condición para el traslado que el nuevo lugar cuente «con el necesario respaldo ciudadano para asegurar que el traslado se realizaría sin causar perjuicio a los residentes de ese entorno».

A este respecto, de 2010 -antes de que la sentencia firme diera la razón a Manuel Hijano- es un proyecto municipal para trasladar la estación más al sur, hasta la explanada junto al colegio de La Milagrosa, emplazamiento que contó con la oposición de las asociaciones de vecinos del Palo y Pedregalejo, porque perjudicaría a los vecinos y la hostelería.

Por este motivo, aunque los siete colectivos ciudadanos propusieron un segundo lugar en la última reunión de junio con Raúl Jiménez -una pequeña explanada junto a la plaza de las Palmeras, en Pedregalejo, pegada a la desembocadura del cauce- a los pocos días enviaron una nota desvinculándose de la propuesta para no crear oposición vecinal y para dejar que sean los técnicos municipales los que elijan el sitio. En todo caso recuerdan que el Ayuntamiento propuso la explanada junto a La Milagrosa.

Aunque Manuel Hijano reconoce que los problemas de ruidos y olores «han mejorado sustancialmente», las molestias continúan y en 2013 sufrió la inundación de su vivienda con aguas fecales, con la pérdida de muebles y objetos de alto valor sentimental así como de electrodomésticos.

Este vecino continúa además con gestiones desde hace años ante la Comisión Europea para lograr que se haga justicia y recuerda que la marcha de la estación de bombeo supondría recuperar «5.313 metros cuadrados de zona verde».