Arte para comprar y vender en la Red

Precisamente fue lo primero que vendió hace dos años cuando conoció Wallapop, la primera app española de compraventa geolocalizada. Es más, reconoce que durante unos meses se dedicó exclusivamente a la compraventa a través de la aplicación para móviles: «conseguía unos 300 euros al mes, soy muy bueno regateando, caigo bien a la gente y al final me hago con grandes chollos», cuenta el joven.

«En Málaga no hay negocio sin regateo, lo raro es que alguien no te pida que bajes el precio, entonces es cuando te preguntan si eres de fuera porque preocupa más que sea económico que la calidad», explica. Ingrid Rivera, madrileña residente en Málaga que afirma no poder vivir ya sin la aplicación, «mi mundo es Wallapop, la gente me dice que estoy obsesionada». Calcula que al mes puede hacer hasta 8 ventas y 10 compras. Ha tenido todo tipo de experiencias, desde hacerse con auténticas gangas, hasta ser víctima de algún que otro engaño. Pero, a su juicio, si hay algo que diferencia a Málaga de otras ciudades en este tipo de comercio es que «la lentitud». «En otros lugares como Barcelona, puedes vender lo que subas en cuestión de minutos, aquí pasan días y hasta semanas», explica.

Muebles, electrodomésticos, coches, ropa... todo vale. Y no solo de segunda o tercera mano, también hay cosas nuevas y artículos de coleccionista. En wallapop se puede vender cualquier cosa, «un día encontré a un chico ingeniero que se vendía por dos euros, acaba siendo un chat en el que incluso puedes hacer amigos o encontrarte con algún vecino o conocido», recordaba Vega. Y es que la base de esta plataforma, que en Málaga ya cuenta con más de 110 mil usuarios y 300 mil productos a la venta, es la geolocalización, es decir, lo que ves en la pantalla depende de tu ubicación. No encuentras lo mismo aquí que en Valencia», decía Gemma Escribano, directora de marketing de Wallapop, en el evento que, el pasado viernes la marca organizó en los Baños del Carmen para reunir a los mejores usuarios o «top users» de la ciudad, y a otros influencers con los que compartieron trucos y consejos en un ambiente festivo. Además, la playa de la Malagueta amaneció repleta de sombrillas. Hasta 500 parasoles se adueñaron de la arena a la espera de los primeros bañistas, que conforme se iban acercando no dudaban en hacerse con uno. Estas acciones forman parte de la campaña de marketing que la app catalana está llevando a cabo en la provincia.

@aidagar

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