Con la llegada del verano los bañistas tienen tema de conversación asegurado: ¿habrá medusas en la playa? Y es que todo el mundo teme a estos animales. Las medusas son especies marinas muy primitivas de aspecto gelatinoso y generalmente tienen forma de sombrilla, cuyo tamaño difiere según la especie. La más común en Málaga, la pelagia noctiluca o medusa luminescente, puede llegar a medir de 10 a 20 cm de diámetro (la umbrela). Viven flotando o sumergidas en el mar, formando parte del plancton. Son característicos sus tentáculos, con capacidad urticante, como sistema de defensa o captura de presas.

Las especies que aparecen con más frecuencia en las costas de la provincia, además de la pelagia noctiluca, son la rhizostoma sp (aguamala) que invadió las costas el año pasado, la cotylorhiza tuberculata (aguacuajada), la chrysaora hysoscella (medusa Compases), la physalia physalis (carabela portuguesa) y la aurelia aurita (sombrilla o medusa luna). ¿Cuál es la más peligrosa? La physalia physalis aunque su paso por estas costas es poco común.

El ambiente que prefieren las medusas se sitúa en aguas mediterráneas cálidas y salinas. Debido a que su movilidad es limitada, sus movimientos dependen de los movimientos de masas de agua y viento. Cuando predomina el viento de levante, que va del mar a la tierra, provoca el acercamiento de estas a la costa. Con los vientos de poniente o terral ocurre lo contrario. En los meses que van de primavera a verano las condiciones son más favorables para esta especie; además el mar tiene más plancton.

Los desequilibrios marinos, cada vez más frecuentes, hacen que las medusas sean las grandes favorecidas, por lo que aparecen con más frecuencia y es ahí donde radica el problema. Los desequilibrios son muchos: la sobrepesca ya que al eliminar peces que se alimentan de la medusa o de su larva hay más; como si de una cadena se tratase, al haber menos peces hay más alimentos que favorecen a las medusas, la contaminación o el cambio climático son otros de los muchos factores.

Son varias las formas de frenar el avance de las medusas (en especial las plagas), el problema es la escasez de recursos que denuncia el biólogo de Aula del Mar, Jesús Bellido. Los métodos más utilizados son mediante la incorporación de redes o la recogida directa en el mar. «Estos métodos no son 100% eficaces, no son soluciones universales y definitivas, hay que hacer estudios por zonas». Hay que tener cuidado en la prevención contra medusas «a veces incluso causan más daños que beneficios».

Cómo prevenir o qué hacer ante una lesión causada por medusa

Los expertos recomiendan evitar bañarse ante la presencia de medusas y evitar su contacto directo incluso estando muertas. Además, es conveniente usar crema solar con protección contra picadura de medusas. Ante una lesión recomiendan acudir a un puesto de SOS para que sean los profesionales los que valoren dicha lesión y sepan cómo actuar. La lesión solo se puede lavar con agua de mar. Para aliviar el dolor se podrá aplicar hielo envuelto en un paño o toalla no más de 15 minutos. No aplicar amoniaco, vinagre u orina, la desinfección se llevará a cabo mediante alcohol yodado en las primeras 48-72 horas, dos o tres veces al día.

A raíz de las plagas de medusas en 2012 se creó Infomedusa. El objetivo era el de mantener informados a los ciudadanos en lo referente a esta especie. Con el paso de los años la iniciativa se ha expandido tratando otros temas que afectan a la costa, como la temperatura del agua, el oleaje, el tipo de viento y cómo no, el avistamiento de medusas en las distintas playas que componen el litoral malagueño. La aplicación es completamente gratuita. Además de los informadores medioambientales, que sumaban 60 el año pasado y esperan llegar a la centena este, los usuarios podrán interactuar entre ellos. Infomedusas ya cuenta con más de 28.000 descargas en total.

Bellido, hace un balance del avistamiento de medusas antes de la creación de Infomedusa hasta este verano. Ya antes de 2012 la situación con las medusas en las costas era mala e iba empeorando hasta que alcanzó su culmen en el verano de 2012. Por ello se pone en marcha la planificación de Infomedusa que estaría disponible un año después. Paradójicamente, 2013 y 2014 fueron buenos años con una disminución importante de estos invertebrados. En 2015 la situación volvió a complicarse, en especial durante los meses de julio y agosto en la costa occidental de Málaga, con momentos puntuales en la costa oriental; eso sí, sin llegar a los niveles de 2012. Para 2016 el presidente de Aula del Mar, Juan Antonio López, explica que no se prevé la aparición de plagas de medusas, aunque es frecuente que se dejen ver de forma individual.