Está confirmado que no hay mosquitos tigre en el entorno de la desembocadura del Guadalhorce. Los especialistas llegados este lunes a Málaga desde Huelva para estudiar la posible presencia de estos insectos han descartado esta posibilidad. Aunque reconocen que algún punto del paraje natural de la desembocadura reúne las condiciones idóneas para la cría de los mosquitos, no han encontrado indicios de la presencia de ejemplares de esta especie, mucho más agresiva y que se está extendiendo por todo el arco mediterráneo.

Los dos biólogos del Servicio de Control de la Diputación de Huelva que visitaron ayer Málaga comprobaron la existencia de mosquito común en la desembocadura, pero no de la variedad «tigre», algo que ha confirmado el repaso de las trampas puestas por el Ayuntamiento de Málaga, donde no había ejemplares «tigre».

El director de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Luis Medina Montoya, explicó que los expertos exploraron los canales fluviales del Guadalhorce, que por su humedad son propicios, sin encontrar indicios de que hubiera mosquitos tigre, aunque plantearon una segunda visita en otoño, con la época de lluvias, que es cuando se inicia la temporada de cría.

Medina Montoya recalcó que han acordado con la Junta de Andalucía que el vigilante del parque natural tome muestras de larvas de mosquitos cada cierto tiempo y permita la entrada de los operarios municipales para la fumigación cuando sea necesario. «Esto nos permitirá aprovechas mejor los recursos y atacar los focos con las mismas actuaciones que ahora», advirtió, recordando que ahora realizan 20 intervenciones, pero todas fuera del paraje de la desembocadura.

La visita de los expertos de Huelva continuó por el canal situado entre Arraijanal y Campo de Golf y en Sacaba Beach, para terminar de reconocer la zona más conflictiva, aunque sin resultados positivos.

Los biólogos expertos en esta variedad del mosquito, que es una especie invasora que entró en España en el año 2004, estudiaron la desembocadura del Guadalhorce por ser uno de los núcleos que ha registrado un incremento de llamadas alertando de la presencia de mosquitos, que en un principio se advirtió de la variedad «tigre», lo que provocó la petición de esta visita por parte de la dirección del paraje natural. Localidades como Alhaurín, Torremolinos, Benalmádena, Campanillas o barrios como Guadalmar o Sacaba son algunos de los puntos donde parece que se han incrementado estos mosquitos.