La Guardia Civil ha detenido en Málaga y Palma de Mallorca a seis integrantes de una red de nacionalidades georgiana y española dedicada al contrabando de mercancías procedentes de Europa del Este. La operación Chivo, llevada a cabo con la colaboración de Europol, República Checa, Bélgica y Reino Unido, ha permitido arrestar a otros cuatro integrantes de la organización en la República Checa y se han emitido tres órdenes europeas de detención de otras tantas personas.

La actividad principal de esta organización consistía en la distribución por distintos países de Europa de mercancías de todo tipo, como tabaco y bebidas alcohólicas entre otras, utilizando Bélgica como punto neurálgico. Asimismo, se dedicaban a extorsionar y amenazar a quienes no les pagaban y al blanqueo de capitales de los beneficios que obtenían. La red buscaba simultáneamente en origen tanto la mercancía como clientes potenciales de la misma, en países como España, Bélgica y Reino Unido. Según la Guardia Civil, disponían de naves en polígonos industriales de Bélgica donde almacenaban la mercancía, lo que les permitía disponer de forma permanente de un stock para satisfacer la demanda de sus compradores. Además, contaba con ramificaciones y colaboradores en varios países de la Unión Europea con los que se comunicaban a través de aplicaciones de voz sobre IP, aunque casi todas las actividades de búsqueda de compradores y gestión de los envíos se organizaban desde Palma de Mallorca.

La agresividad de la organización se desataba ante cualquier tipo de impago, haciendo uso de distintos tipos de amenazas y extorsiones para lograr cobrar la deuda.