­La Universidad de Málaga seguirá adelante el próximo curso con su política de congelación en el precio de las matrículas, una decisión adoptada hace ya cuatro por la Junta de Andalucía con el objetivo de minimizar los efectos del nuevo decreto de tasas aprobado por el Gobierno, que concede plena libertad a las facultades para fijar el coste y las condiciones de acceso.

Según informó ayer la administración autonómica, la UMA, al igual que el resto de universidades andaluzas, optará una vez más por conservar las tarifas en lo que respecta a los grados, que no mutan desde 2012, y a las que el pasado año se unió un descuento del 16,5 por ciento para los másteres oficiales y para los doctorados. Con esta rebaja, que también estará vigente este año, Andalucía se consolida como una de las comunidades con las matrículas más bajas de España. En el caso de Málaga, con un precio por crédito de 12,62 euros para la primera convocatoria y de 25,25 para aquellos que aspiren por segunda vez a superar la materia.

La Junta, que ayer dio carácter formal a su decisión en el Consejo de Gobierno, asegura que la congelación deja las matrículas prácticamente al nivel de 2011, cuando entró en vigor la controvertida ley estatal, que de acuerdo con la región, ha supuesto un duro golpe al sistema de equilibrios y de igualdad de condiciones entre universidades. Andalucía, sin ir más lejos, confía en que la norma sea derogada y se retorne a un modelo de establecimiento de las tasas que garantice la igualdad de oportunidades.

En lo que se refiere a los másteres, la rebaja impulsada el pasado año deja los precios de media en 13,68 euros, con la excepción de aquellos títulos que no suponen un aval obligatorio para desarrollar una profesión, que pasan a computar a 29,57 euros. Otra de las cláusulas que se mantiene es la posibilidad de fraccionar el pago de la matrícula hasta en ocho plazos, que también será válida para los posgrados.

El próximo curso respetará igualmente la lista de exenciones fijadas por la Junta para aliviar la carga económica de los estudiantes, y que exonera del pago, entre otros, a las víctimas de violencia doméstica y aquellos alumnos que hayan superado el nivel académico anterior con premio extraordinario. Para compensar el encarecimiento de los créditos para los alumnos que repiten matrícula, la Universidad de Málaga incorpora la opción de obtener una rebaja de hasta el 70 por ciento por crédito si se supera la materia sin haber agotado el programa docente o recibido todos los contenidos por la vía lectiva ordinaria.

Con esta nueva escala de precios, Andalucía, aclara la Junta, continuará siendo el próximo curso la única comunidad en la que las tasas se mantienen homogéneas para todo tipo de especialidades, lo que, según la administración, evita que las tarifas sean una variable a tener en cuenta a la hora de elegir carrera. El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, relacionó la congelación de las matrículas con la necesidad de eludir nuevos compromisos económicos potencialmente dañinas para los hogares. «Las familias son financiadoras principales del sistema universitario y en algunas universidades de otras comunidades se están triplicando los precios. No vamos a dejar a nadie atrás por situaciones y circunstancias», apuntó.

Los precios establecidos por la Junta se sitúan en el mínimo de la horquilla fijada por el ministerio en su decreto, que defiende la financiación, por parte de los estudiantes, de entre el 15 y el 25 por ciento del coste real de la enseñanza. «La educación superior sólo logra su auténtico valor si realmente la ponemos al alcance de todos», resaltó Ramírez de Arellano.

El consejero reseñó que la rebaja y la actual congelación ha sido posible gracias al aumento del número de estudiantes y a la política de contención del gasto llevada a cabo en universidades como la de Málaga, que ha visto ampliado su catálogo de especialidades en poco tiempo.

El pasado año un total de 29.245 optaron por matricularse en alguno de los grados que ofrece la UMA, a los que hay que asumar los 2.184 de los másteres oficiales y los 2.402 de los estudios de doctorado. El mayor incremento en la demanda se detectó en las antiguas diplomaturas y licenciaturas, que contabilizaron 4.900 estudiantes más que durante el curso precedente. Más de la mitad del alumnado, el 65,59 por ciento, procede de la propia provincia de Málaga.

Las universidades más caras del país se encuentran, de momento, en Cataluña, donde el precio medio para 60 créditos está ya en 2.011 euros, con un encarecimiento ponderado en más de 800 euros en apenas cinco años -en la UMA, en ese mismo periodo, la subida es de 25-. En el otro extremo, además de Andalucía, figura Galicia, que también ha rehusado a aprovechar la aprobación del decreto para multiplicar el coste de las tasas.