Nada en la vida de Juan de Dios Segura Baena (Málaga, 1950) habría sido igual sin los libros de texto de sus hermanos mayores, en los que descubrió la guerra francoprusiana y otros episodios de la Historia.

Quizás por eso, con quince años, fundó en Bachillerato con compañeros de la Escuela de Maestría Industrial el grupo de estudios históricos Carlos V.

«Desde pequeño me he enamorado de la Historia», confiesa este antiguo subinspector de Empleo y Seguridad Social, que subraya que haber sido funcionario del Estado, «ha sido un honor». Pero también reconoce que la jubilación, que le llegó el año pasado, le ha servido para profundizar en su gran vocación y terminar en sólo dos años y medio la biografía La vida en sombras de Juana I, la Loca. La usurpada y prisionera Reina de Castilla (14,5 euros), que le acaba de publicar la editorial malagueña ediciones del Genal.

Los dos años y medio de trabajo contrastan con la década que le ha dedicado al hijo de Juana la Loca: Carlos de Gante. La Hispanización de un príncipe borgoñón (15 euros), que acaba de reeditar la misma editorial. Juan de Dios Segura, por cierto, es caballero de la Orden de Yuste, en recuerdo del monasterio al que el emperador Carlos I de España y Carlos V de Alemania fue a pasar el último año y medio de vida.

«En el trabajo sobre Carlos V el enfoque ha sido realzar la figura de quien para mí es el pilar de la Unión Europea, porque hablar de Carlos es hablar de Europa». Además de recoger los aspectos más importantes de su vida, mantiene la tesis de que llegó a hispanizarse. «Él nace borgoñón, ajeno a las Españas y España lo enamora, lo convence», destaca. El autor pone de ejemplo de esta hispanización la adopción de la política de sus abuelos, los Reyes Católicos, «sin olvidar sus obligaciones imperiales», así como el que contrajera matrimonio con Isabel de Portugal, con vistas a una unión dinástica peninsular, en lugar de con la inglesa María Tudor.

La biografía de la desdichada madre del emperador Carlos, Juana I de Castilla, apodada la Loca, trata de refutar el tópico de su locura. «Ha sido todo una suerte de leyenda», indica el investigador, que resalta que la hija de los Reyes Católicos fue víctima de los intereses políticos y la ambición, para empezar, de su marido, Felipe el Hermoso. «Juana es la heredera de Castilla y en su día de Aragón y su marido no concibe en su formación que una mujer tenga preponderancia sobre él».

«Según los cronistas de la época, hay atracción y enamoramiento por ambas partes y llegan a adelantar dos días su boda», cuenta, pero pronto Felipe le será infiel. Para el autor de la biografía, Juana de Castilla sufrió de celos y tuvo grandes depresiones -no hay que olvidar que la recluyeron durante 46 años hasta su muerte- pero no se puede hablar de que fuera «enferma mental».

Juan de Dios Segura considera que las últimas series históricas de televisión «te trasplantan a la época» pero la realidad histórica está en los libros de Historia. Además, alaba la actuación de Pilar Pérez de Ayala en la película Juana la Loca: «La estudió de una forma brillante».

Tras estas dos biografías señala que le «ronda por la cabeza» la figura del abuelo de Carlos V y padre de Juana, Fernando el Católico, «un gigante de la política». Quizás en unos años en las librerías de Málaga aparezca la vida de Fernando de Aragón.