­Profesores de la Universidad de Murcia han descartado, tras la colocación de varias trampas, la presencia del mosquito tigre en el entorno del río Guadalhorce, en Málaga capital, y han justificado el episodio de picaduras detectado aludiendo a «una explosión puntual de dípteros de otras especies».

Tras las quejas producidas en la zona residencial de Guadalmar, en el entorno de la desembocadura del río Guadalhorce, por la posible presencia de mosquitos tigre, la empresa Andaluza de Tratamientos de Higiene SA (Athisa) -adjudicataria del servicio de control de plagas para el Ayuntamiento de Málaga- consultó a los profesores Francisco Collantes y Juan Antonio Delgado, del Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia, como especialistas en la investigación de estos insectos dípteros.

Junto al equipo de investigación de Javier Lucientes (Universidad de Zaragoza) y al Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva, estos profesores ya realizaron en 2015 un estudio de los municipios costeros de Andalucía Oriental, de Cádiz y de varias localidades de Sevilla y Huelva.

En este trabajo sí se encontraron puntos positivos para mosquito tigre en el municipio de Málaga, aunque el más cercano a esta zona, el Parque del Oeste, fue negativo. Otros lugares positivos aparecían también en las vecinas localidades de Torremolinos y Alhaurín de la Torre. Sin embargo, la visita a principios de semana de los biólogos de Huelva para determinar la presencia de este mosquito culminó con que no había mosquitos tigre.

En esta ocasión, los profesores de Murcia indicaron a los técnicos de Athisa que emplearan trampas de ovoposición y BG-Sentinel­ -con atrayente específico para mosquitos- para obtener muestras entomológicas.

Se establecieron siete puntos de muestreo para las ovitrampas en las urbanizaciones de ambos lados del río Guadalhorce que estuvieron funcionando del 10 al 17 de junio. En ninguna de ellas aparecieron huevos compatibles con la especie «Aedes albopictus» (mosquito tigre), aunque en algunas sí había huevos y larvas de otros dípteros no picadores de la familia «Psychodidade».

En las trampas BG-Sentinel se capturaron mosquitos culícidos, pero ninguno de los ejemplares correspondía con el tigre. Las identificaciones coinciden con lo que los profesionales del Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva también observaron sobre el terreno. Estas especies, marrones y con algunas manchas claras, son picadoras diurnas y sus picotazos pueden dar algo más de reacción que las de los habituales «Culex spp».