La investigación actual en salud está fuertemente vinculada a la medicina personalizada. Proporcionar el tratamiento adecuado a la persona adecuada se está convirtiendo en una de las principales líneas por su decisiva importancia en el pronóstico final. Por ello, detectar la dosis óptima a administrar en pacientes con enfermedades graves o agresivas como el cáncer es uno de los principales retos para la comunidad científica. Guillermo Vidal, doctor e ingeniero aeronáutico, ha dado un paso de gigante en este sentido al desarrollar una máquina que a través del aliento es capaz de examinar la reacción química que provoca el suministro de un fármaco determinado en el organismo de cualquier individuo.

«Se trata de medir aquello que hasta el momento no puede medirse. Ahora los médicos tienen que presuponer la dosis indicada pero lo que pretendemos con este instrumento es averiguarla con exactitud», explica Vidal, quien espera que también se puedan evitar los efectos secundarios. SUPER SESI, que así ha sido denominado el aparato, está diseñado para hacer análisis de cinética de metabolitos en tejidos de seres vivos. Es decir, funciona como una nariz artificial y, como el olfato, nos permite percibir aromas y sustancias dispersas incluso cuando las concentraciones de esas sustancias químicas, compuestas por moléculas, son muy bajas. Para hacernos una idea, la nariz humana, puede distinguir entre más de 10.000 aromas diferentes.

«Lo importante es que permite detectar los biomarcadores, que son los usados a la hora de realizar diagnósticos», apunta el científico. Las ventajas de este instrumento frente a las técnicas actuales (análisis de sangre, estudios de tejido...) son considerables. En primer lugar no es invasivo, pues solo es necesario soplar para obtener el resultado. Lo que junto a la inmediatez permite establecer la evolución temporal que tiene un medicamento tras su suministración.

Las facilidades del Ayuntamiento de Málaga y la Universidad hicieron que se mudase a la ciudad para desarrollar su proyecto, el cual está «convencido de que llegará a las consultas, la fecha no lo sé», dice. Y es que, según su creador, «estamos en el momento perfecto» para que este trabajo tenga aplicación en distintos ámbitos de la investigación, como el de la salud. Por ello, este ingeniero madrileño presentará esta novedosa tecnología el próximo jueves en el Congreso de Química Analítica (GRASEQA) que se celebrará en la Universidad de Almería, para después hacerlo, a nivel internacional, en Zúrich.

Aunque por el momento solo este siendo comercializada para investigadores, la intención de su creador es que «llegue a los médicos cuanto antes». De hecho, Vidal asegura que ya hay clientes rusos y americanos que han mostrado interés por el aparato.

SUPER SESI es capaz de analizar cualquier tipo de molécula, a través del aliento del individuo, incluso cuando su concentración es infinitamente baja y, además, lo hace en un tiempo récord. Esta revolucionaria tecnología, que puede sustituir muchos de los molestos y costosos análisis de sangre, supondrá también un gran avance para la investigación de la medicina más avanzada que exige un mayor conocimiento de la naturaleza molecular de las enfermedades. Además, no sólo analiza la naturaleza metabólica de la enfermedad que padece el paciente y cómo metaboliza determinadas sustancias, sino que puede tener otras aplicaciones futuras relacionadas con el desarrollo de fármacos que puedan evitar la muerte de las células que se produce, por ejemplo, al sufrir un infarto de miocardio.