­No siempre se ofrece la posibilidad de practicar un deporte tan arriesgado como es el surf a personas que padecen alguna diversidad disfuncional. Lorena Saura ha conseguido eso y mucho más. Desde su fundación sin ánimo de lucro, Surf Sin Límites se favorece la integración social de este colectivo de personas a través del surf y de paddle surf. En la playa de la Misericordia, los usuarios de ‘Disfruta la Playa’ podrán disfrutar del programa de ejercicios, desde hacer surf recreativo hasta manejar las tablas de surf.

¿Cómo y cuándo surge Surf Sin Limits?

Es un proyecto bastante joven, tiene apenas tres años de vida. Surge de la ilusión de compartir el mar con chicos especial que tienen discapacidad. La función de Surf Sin Limits es la realización de actividades físico deportivas acuáticas adaptadas. Nuestra actividad principal es el surf y el paddle surf.

¿Con qué tipo de discapacidad trabajan?

Nuestras actividad están centradas para cualquier discapacidad y para cualquier limitación.

En definitiva, para cualquier persona que sufra una discapacidad.

¿Cómo es el programa con el que trabajan?

Tenemos un programa de actividades en el que se recoge objetivos tanto corto como a largo plazo. A través de estas actividades aprenden a utilizar el material específico de surf y paddle surf, así como las técnicas y movimientos básicos de estos deportes. También conocen los protocolos de seguridad y saben reaccionar ante diferentes situaciones.

Las actividades que ofrece Surf Sin Limits cubren todo el año. ¿Qué hacen cuando es invierno y no pueden ir al mar?

Exacto. Todas estas actividades se llevan a cabo durante todo el año. En invierno nuestro trabajo es más personalizado, más terapéutico y evolutivo donde queremos potenciar y afianzar los procedimientos y conductas. En los meses de verano, nos trasladamos a la playa, donde el medio es más lúdico. En esta temporada es cuando proyectamos el trabajo que hemos estado practicando durante el invierno. Con las sesiones en la playa convertimos el surf y paddle surf en algo más recreativo y lograr así el objetivo principal que es la autonomía.

¿Preferís impartir las actividades terapéuticas de interior o cuando salís a la playa a practicar lo aprendido?

Realmente Surf Sin Limits es sentimiento, comunicación, trabajo, evolución y educación y también diversión. Entonces el trabajo que se hace durante el invierno es más personalizado y más constante para que ellos pongan en práctica un trabajo más lúdico en verano. Así que depende todo un poco, pero tanto la temporadas de sesiones terapéuticas y como la más práctica en el mar, son fundamentales.

Son una asociación sin ánimo de lucro, ¿cómo se mantiene Surf Sin Limits?

Tenemos muy pocos recursos, pero sí mucha fuerza. Necesitamos, evidentemente, un sitio físico donde encontrarnos, ayudas económicas, de material, de voluntariado...Sobre todo necesitamos gente que nos ayude en esta labor. Pero esto no nos detiene y tenemos que continuar y quiero dar las gracias a todos los voluntariados que forman parte de esta asociación y a las personas que creen en este surf sin límites.

¿Alguna actividad diferente que vayan a ejercer en Málaga?

Las estaciones que se van a hacer en la campaña de playa son las mismas que hacemos siempre, no variamos mucho el programa.

¿Prefieren dar clases de surf o de paddle surf?

Es indistinto. Cada una requiere ejercicio diferente y disfrutamos con ambas. Trabajamos también fuera del agua, hacemos trabajos de estabilidad, de equilibrio. También trabajamos las emociones y la expresión corporal. Es muy satisfactorio. Las ejercicios que tratamos en los dos son muy completos tanto a nivel físico como emocional, habilidades sociales, comunicación..

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Ver las sonrisas de estos chicos practicando este deporte debe ser como recibir el premio a mejor surfero del año.

Surf Sin Limits forma parte de lo que yo soy , de lo que vívi en mis comienzos por una lesión y tuve unas circunstancias diferentes. Me siento, a nivel personal, dichosa, no de lo que yo pueda ofrecer a estos chicos sino de lo que ellos me aportan a mí. Entonces existe una comunicación. Puede ser la no verbal, porque hay muchos chicos que carecen de lenguaje oral. Pero en el agua existe una magia y nadie sabe por qué.