La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Adelaida de la Calle, explicó ayer que su departamento está evaluando el número de colegios e institutos en que pudiera tener presencia el amianto como elemento constructivo, avanzando al respecto que el número de centros «no será muy elevado» porque se trata de instalaciones de cierta antigüedad en su construcción y que, en todo caso, la Consejería presentará próximamente al Consejo de Gobierno una programación de retirada progresiva de este material en aquellas dependencias que determinen los técnicos.

En respuesta a una pregunta realizada por el Grupo Popular en el Parlamento andaluz, De la Calle aseguró que la administración autonómica «siempre ha actuado con rigor y responsabilidad» en el asunto. Los trabajos de retirada, avanzó, se harán de forma compatible con el calendario escolar para no interferir en el funcionamiento de los centros y no perjudicar las clases. Asimismo, la consejera hizo un llamamiento a la «tranquilidad» de las familias que puedan sentirse inquietas por la presencia de amianto en el centro escolar de sus hijos y reseñó que la administración va a seguir manteniendo el diálogo con los padres.

La titular de Educación recordó que la mera presencia de fibrocemento -también existente en muchas edificaciones privadas, recalcó- no debe ser motivo de alarma para la comunidad educativa, pues sólo si el material se manipula, perforándolo o cortándolo, o en menor medida si se rompe, puede haber riesgo de desprendimiento de partículas. Un extremo muy criticado también ayer por la parlamentaria del PP, Teresa Ruiz-Sillero, que cifra en 200 las instalaciones afectadas.