«Íbamos tres personas, un coche de policía nos paró para decirnos que no podíamos pasar y entonces una compañera contestó: Pues entonces llamamos a un avión para que venga a por nosotros», cuenta Teresa García. A su lado está Amparo Méndez, otra vecina, que resume la nueva situación: «Ahora tenemos autobús pero nos jugamos el tipo».

Y el tipo se lo siguen jugando los vecinos de la parte alta de La Mosca -donde viven unas 500 personas- porque aunque cuentan con una parada de autobús cercana desde la semana pasada (la línea 29 Jarazmín-El Palo), no está en el barrio sino en la vecina urbanización de Hacienda Paredes y por medio tienen que seguir atravesando como pueden los carriles de acceso a la Ronda Este.

«Los vecinos llevan pidiendo medidas de seguridad desde que se hizo la autovía. Ahora mismo la línea 29 no convence a nadie porque no da respuesta a nadie. No está dando respuesta a los mayores de la Mosca Alta, a Hacienda Paredes tampoco y tenemos a los vecinos de aquí, del León XIII y de Jarazmín protestando», lamenta la concejala socialista Estefanía Martín Palop, que el pasado lunes acompañó a los vecinos.

La concejala recuerda que a causa de las pronunciadas cuestas de la parte alta de La Mosca, «no viven ni bajan a comprar a La Mosca sino que vienen al Cerrado», así como al centro comercial al otro lado de la autovía.

Para José Méndez, presidente de la asociación de vecinos La Unión de la Mosca, «lo principal ahora mismo es tener un camino seguro porque las criaturas se juegan el tipo y luego ya pediremos aquí, a la entrada de La Mosca Alta, una rotonda, para que llegue el autobús, pero lo primero es el camino», subraya.

La preocupación era evidente el lunes porque a la llamada de La Opinión acudió medio centenar de vecinos de todas las edades. «Llevo viviendo aquí cincuenta y tantos años y cruzo cuando me falta algo del Aldi, pero es un cruce muy malo, me gustaría que lo arreglaran», dice Antonia Hijano, de 83. Otros igual de veteranos como los hermanos Serralvo pero también jóvenes, como Ayellen, Daniel y Cristina, los tres de19 años, tienen el mismo problema.

La concejala socialista recalca que «solución hay» y recuerda que un problema parecido se solventó con acera y pasos de cebra con guardias tumbados para comunicar sin riesgo Guadalmar con Plaza Mayor, una actuación que, recuerda, se hizo en tiempos del socialista Hilario López Luna.

Otra queja que provoca la llegada del 29 es que no comunica bien La Mosca ni tampoco Hacienda Paredes. A este respecto José Miguel Baena pide que se alargue 100 metros una parada de la línea 33 del Cerrado.

EMT y Subdelegación. El gerente de la EMT, Miguel Ruiz, subrayó ayer que el recorrido actual de la línea 29 «es provisional» porque quedan dos cosas por hacer: «Una rotonda en La Mosca para llevar el autobús allí y un análisis del área de Movilidad sobre la remodelación de una serie de calles en La Mosca Alta, por encima del Colegio León XIII para que pueda pasar el autobús, pero para eso habrá que quitar aparcamientos, cambiar calles de sentido y consensuar con vecinos».

Por último, de la línea 33 dijo que los autobuses, de 12 metros de largo, no se pueden desviar a Hacienda Paredes «porque físicamente no caben».