La compañía constructora malagueña Sando, a través de su empresa especializada en conservación -Conacon- y con financiación de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), ha llevado a cabo un estudio relativo al uso de equipos no contaminantes en trabajos de conservación de las ciudades para contribuir a la preservación de los entornos urbanos.

El proyecto GENESI "Utilización de grupo electrógeno silencioso y no contaminante en obras de conservación en entornos urbanos" ha estudiado las necesidades energéticas de la maquinaria empleada en conservación urbana y las alternativas para implantar grupos electrógenos propios sin carburantes fósiles, según ha explicado hoy la CTA.

Durante los seis meses que ha durado el proyecto se han evaluado los distintos tipos de baterías existentes en el mercado, atendiendo a sus características de densidad energética, autonomía, tamaño, peso y materiales, como las de litio con cobalto, titanio, o litio de polímero, entre otras. El proyecto ha demostrado que un grupo eléctrico silencioso produciría menor impacto ambiental al eliminar el ruido y las emisiones de gases contaminantes, reduciría el riesgo de incendio y explosión, se podría usar en ambientes cerrados y permitiría un ahorro energético de costes y su empleo ante cualquier tipo de condiciones climáticas.

Desde un punto de vista medioambiental, y empleando la tecnología propuesta, se dejarían de emitir aproximadamente anualmente 2.760 kilos de CO2 a la atmósfera por cada grupo convencional. En un servicio de conservación con tres equipos, la reducción alcanzaría los 8.280 kilos de CO2 al año.

Según ha expicado la CTA, los resultados del estudio indican que, desde el punto de vista medioambiental, el uso de este tipo de grupos electrógenos formados por baterías y un inversor "es totalmente viable". "Hoy día, el coste de esta tecnología supone un incremento respecto a los motores de combustión, aunque no representa un claro impedimento, especialmente ante el continuo progreso que se produce en el mercado de las baterías", añade.

Sando busca así una forma de diferenciarse en el sector a través de la tecnología, de la aplicación de la innovación a los procesos de trabajo y de poder ofrecerles a sus clientes una ventaja competitiva que repercute en el bienestar de los ciudadanos. En sus más de 40 años de experiencia en el sector de la construcción, el grupo de empresas Sando ha llevado a cabo centenares de proyectos de conservación viaria, "proponiendo en cada uno de ellos medidas que impliquen un ahorro por parte de la Administración Pública de manera eficiente y sostenible".

El sector de la Edificación y la Obra Civil es una de las siete áreas estratégicas para Corporación Tecnológica de Andalucía, que ya ha financiado 37 proyectos de I+D+i de este sector con más de 7 millones de euros, que han movilizado 21 millones de euros de inversión privada en innovación. El desarrollo de tecnologías para conseguir un proceso de edificación y conservación menos contaminante y más sostenible es una de las grandes tendencias de innovación en este sector.