Málaga Valley no ha muerto, sólo está mudando la piel para adaptarse a un modelo de promoción de la ciudad desde el ámbito tecnológico. Y la elegida para pilotar esta nueva etapa es un nombre con prestigio, como es la antigua ministra de Ciencia y Tecnología con Zapatero, Cristina Garmendia, que sustituye al impulsor inicial de la iniciativa, Javier Cremades.

El cambio viene impuesto por la desconfianza de los grupos municipales, salvo al PP, a esta apuesta personal del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, lo que ha obligado a replantear el funcionamiento y los objetivos de Málaga Valley, coincidiendo además con su décimo aniversario. Además, el replanteamiento de la iniciativa supone buscar nuevas formas de financiación tras la retirada de la financiación municipal, de 175.000 euros anuales. Esto obliga a Málaga Valley a recurrir a patrocinios privados, por lo que la presencia de Cristina Garmendia será fundamental para atraer el interés de las empresas.

Cremades pasa así a ser presidente honorífico y deja paso a una persona de mucho prestigio como Garmendia, que ya en su época de ministra realizó un apoyo explícito a Málaga Valley. Actualmente la ex ministra es presidenta de la Fundación Cotec, que cuenta con un amplio respaldo en el ámbito de la innovación.

Garmendia accederá a su nuevo cargo el próximo 18 de julio, que es cuando se pondrá sobre la mesa la reorganización de Málaga Valley. Entre los cambios, además de la presidencia, se incluirá reducir las reuniones de los empresarios del sector tecnológicos en Málaga, que pasarán a ser anuales, comenzando en octubre.