­Unos 14 años después de que el proyecto viera la luz en 2002, la aspiración de remodelación y reurbanización de la plaza Hoyo de Esparteros, que contempla, entre otros, la construcción de un hotel de cuatro estrellas que lleva la firma del arquitecto Rafael Moneo, se decidirá el próximo martes en el consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU). La cita resulta de vital importancia para la viabilidad del proyecto, ya que de su aprobación definitiva y de la ulterior concesión de la licencia de obra depende que se puedan desbloquear los 15 millones de euros de fondos europeos que componen una parte sustancial en la financiación del presupuesto total que se estima en 31,2 millones de euros. Ante la inminente votación del próximo martes, Braser, la empresa promotora, mostró ayer su predisposición firme de llevar al Ayuntamiento a los tribunales si el consejo rector decide tumbar el proyecto.

Casi al término de una rueda de prensa convocada ayer por Braser, con el fin de hacer un repaso de los hechos acaecidos en los últimos 14 años, en los que la empresa se habría encontrado con un rosario de trabas por parte de las distintas administraciones, el representante legal de la promotora, Juan Ramón Fernández-Canivell, se mostró tajante ante la posibilidad de que el proyecto se tope con la oposición mayoritaria de los consejeros que integran al consejo rector de la (GMU): «El hecho de que el martes no se apruebe el proyecto, tengan por seguro que la promotora va a ejercer las acciones legales oportunas contra todos los que considere culpables, ya sea la Gerencia de Urbanismo o los miembros de la corporación que hayan votado en contra».

Aunque Fernández-Canivell, al igual que el gerente de Braser, José Luis López, descartaran prácticamente la posibilidad de que se tumba la construcción del hotel de Moneo, para el que ya se ha acordado una futura explotación de 20 años por parte de la empresa Vincci Hoteles, cabe recordar que ahora mismo todo depende de saber cuál será la determinación adoptada por Ciudadanos. Cuando los consejeros que integran el consejo rector proceden de los partidos con representación en el Ayuntamiento, salvando a la formación naranja, la posición de voto ya ha sido fijada por todos los partidos. Tanto PSOE, Málaga Ahora e Izquierda Unida han manifestado su oposición al proyecto, por lo que resulta imprescindible que la formación naranja, al menos, se abstenga para que el proyecto pueda salir adelante con el beneplácito del PP y con el voto de calidad del alcalde, Francisco de la Torre. «Tengo confianza absoluta en nuestros políticos y en que esto salga adelante el martes», señaló López, antes de recordar la asunción por parte de la empresa de todos los requerimientos que se le han ido solicitando en los últimos años. En alusión a los rumores surgidos en varias ocasiones y que ponían en duda la liquidez de Braser, López aseveró en la solvencia de la misma y explicó que difícilmente podrían haber hecho frente a las continuas exigencias en estos 14 años sin contar con el respaldo económico preciso. «Son 14 años sin ingresar ni un solo euro», sentenció el gerente.

Pago del convenio asegurado. «El Ayuntamiento será el primero en cobrar». Así de taxativo se mostró López al referirse a la deuda de 7,3 millones de euros que mantiene Braser con el Consistorio y que procede del convenio firmado entre ambas partes. El gerente insistió en que, una vez expedida la licencia de obra, el siguiente paso sería saldar la deuda que mantiene con el Ayuntamiento, ya que el permiso para construir va supeditado al propio hecho de liberar el embargo preventivo al que tiene sometido Gestrisam los terrenos en los que deberá de erigirse el futuro hotel.

En todo caso, la empresa reiteró que no contempla otra hipótesis que no sea la aprobación, ya que cualquier demora más allá del martes supondría el estoconazo definitivo para el proyecto. La fecha última para solicitar los 15 millones de euros de ayudas europeas, procedentes del fondo denominado Jessica, es el próximo 30 de junio. Un tren que Braser no está dispuesto a perder.