Unos 1.000 niños de entre cuatro y 14 años en situación de vulnerabilidad participan estas vacaciones en las 13 escuelas de verano de la provincia de Málaga, según informó ayer la consejera de Igualdad, María José Sánchez Rubio. Así lo comunicó en su visita a la escuela de verano de Trinidad-Perchel, en el CEIP Bergamín de la capital malagueña, el cual, según recordó, es el colegio público más antiguo toda la Comunidad Autónoma, ya que este año celebra su 100 aniversario.

Ese proyecto supone una inversión de 350.000 euros en la provincia -60.000 más que en la anterior edición-, y cuenta este año con dos escuelas más que el pasado verano, lo que supone que 115 niños más se están beneficiando de este programa. En concreto, en el CEIP Bergamín se está atendiendo a 60 niños que disfrutan de actividades lúdicas, deportivas y educativas, entre otras.

«Desde la Junta de Andalucía estamos haciendo un esfuerzo importante por cubrir las necesidades de nuestros niños en temas tan importantes como puedan ser los que tienen que ver con una alimentación saludable», apuntó la consejera, precisando que se dirigen «a niños que tienen especiales dificultades». Además, destacó que son 16.000 niños los niños beneficiados en la provincia con las ayudas económicas familiares durante todo el año, así como que es «importante el esfuerzo en colaboración con las distintas asociaciones».

Por su parte, el vicepresidente de la asociación Nueva Alternativa de Intervención y Mediación (NAIM) -entidad que gestiona la escuela-, Juan José Santana, agradeció el apoyo de la Junta de Andalucía y del colegio y subrayó que «todos los niños proceden de familiares vulnerables».

«Los niños que participan en las escuelas de verano reciben una educación integral como parte de un proyecto educativo y formativo. Muchos no están acostumbrados ni siquiera a llevar un hábito alimentario correcto, y aquí trabajamos en esa educación de enseñarlos a comer bien», afirmó Santana.

Además, precisó que esto «no es sólo enseñarles a comer, también a utilizar de forma correcta los cubiertos o a no levantarse hasta que no se acaba todo». «Los educamos en el hábito de comer porque están acostumbrados a hacerlo de mala manera, y aquí, como mínimo, todos tienen que comer de todo. Se comprometen a eso, y están respondiendo bastante bien», aseguró.

Igualmente, apuntó que en este proyecto de dos meses «los niños van a tener ese periodo de formación integral, así como que desde la asociación trabajan «también con las familias» para «beneficiar al máximo a los niños que tenemos».

En toda Andalucía, son casi 5.000 niños (casi 300 más que en la pasada edición) los atendidos en las 66 las escuelas de verano que se han puesto en marcha estas vacaciones (seis más que en 2015). El presupuesto de este año es de 1.665.000 euros (165.082 más que el pasado).