­Un estudio realizado por el instituto Cerdá sobre el modelo de gestión más económico y eficaz de los servicios de recogida de basura y limpieza señala que el modelo de gestión privada «no es más caro» que la gestión pública o directa. El informe, que ayer fue presentado en la Escuela Superior Técnica de Ingeniería Industrial de Málaga por Miguel Hernández, gerente de Medio Ambiente del citado instituto, considera que si se tienen en cuenta una serie de costes concretos la gestión privada «permitiría un ahorro del 10%».

Hernández consideró, no obstante, que en ese análisis de costes en diversos municipios deja de lado la comparativa entre los costes generales de los grandes servicios de recogida y se ha centrado en el estudio y comparación de las diferentes partidas que componen el coste total de estos servicios. De esta manera el estudio de Instituto Cerdá compara las grandes partidas de estas empresas como son los costes laborales, «la más cuantiosa, con diferencias»; los gastos de compra de maquinaria; las amortizaciones y los impuestos, especialmente el IVA. Hernández explicó también que las peculiaridades de cada ciudad y de cada sistema de limpieza merecen un análisis detallado pues «la realidad de cada entorno influye en toda la organización de un sistema de limpieza».

Los retos que vienen. Miguel Hernández señaló que el ahorro del IVA en la gestión pública «es importante, pero no alcanza el 10% como sería la deducción simple, sino algo menos» y advirtió que una de las ventajas de un modelo privado es «que la compra de maquinaria se hace a menor coste». Las mayores diferencias se producen, argumentó el ponente, en los costes salariales, donde se reflejan diferencias de hasta un 20 por ciento en los distintos modelos analizados. Estos y otros análisis ponderados entre ambos modelos de gestión llevan al Instituto Cerdá a concluir que «de media la ejecución directa no es más barata que una indirecta».

El estudio presentado por Miguel Hernández fue el primero que se expuso dentro de las jornadas denominadas ´Retos de los servicios de recogida de residuos y de limpieza viaria´, organizadas por la Escuela de Ingeniería Industrial, en colaboración con el Instituto Cerdá de Barcelona.

En relación a esos retos, Hernández señaló que si bien la situación de las empresas que gestionan estos servicios está, en el aspecto económico, en los niveles de hace diez años, no hay mas remedio que responder a las exigencias de los ciudadanos que reclaman servicios más eficientes. Los nuevos desarrollos de las ciudades obligan a «redimensionar los servicios», de manera que se pueda actuar sobre ciudades que se hacen más extensas, pero con menor densidad.

La prestación de estos servicios debe tener en cuenta los niveles de calidad del aire, que tienen efecto sobre la salud de las personas «y ello obliga a un cambio de los vehículos y a una electrificación de la flota». También hay que tener en cuenta el ruido, lo que «nos obliga al uso de maquinaria más silenciosa e incluso a modificar horarios y frecuencias de trabajo», para adaptarse al nuevo ritmo de las ciudades.

Hernández explicó durante su ponencia que el marco de contratación es diferente en cada municipio, pero siempre teniendo en cuenta el binomio: impuestos /calidad, lo que supone que los servicios tienen que costearse y prestarse con eficiencia y eficacia.

En ese sentido explicó que para la contratación de estos servicios de limpieza y de cara a los nuevos retos, hay que temer en cuenta factores territoriales, urbanísticos climatológicos o tecnológicos: también de tipo operativos, y por supuesto el factor laboral, «pues es el componente más elevado de los costes totales».

También intervino en las jornadas Antonio Caraballo, director de Medio Ambiente de El Puerto de Santa María, que explicó las dificultades que tiene desde un punto de vista administrativo, legal y económico la prestación de estos servicios básicos en municipios medianos y consideró que «tan público es un servicio directo como indirecto»

Por su parte, Julián Laguna, jefe del servicio de Limpieza en el Ayuntamiento de Málaga, hizo la primera referencia directa a Málaga al señalar que los recortes presupuestarios a los que se han visto obligados en los últimos años «nos ha llevado a una situación insostenibles de limpieza en las calles de Málaga». A partir de ahí señaló que las soluciones «deben ser técnicas, no políticas» y bajo la bandera de «la eficacia y la eficiencia como criterios básicos en la ejecución del trabajo», lo que supondría que tendría una importancia menor que la gestión fuese pública o privada.

Durante las jornadas también se abordó la innovación tecnológica en los servicios de recogida de residuos y limpieza viaria, donde el director del departamento de servicios técnicos del Área de Medio Ambiente de FCC, Alfonso García, explicó los modelos de gas natural y eléctricos, así como híbridos. García abogó durante su ponencia por las ventajas que ambos suponen en materia medioambiental y en la tendencia a reconvertir las flotas tradicionales en modernas y reivindicó el valor de los avances como elemento fundamental para continuar mejorando.

«Contaminar es gratis, pero dejar de hacerlo cuesta dinero. Si queremos servicios no contaminantes hay que pagarlos», concluyó Alfonso García.