­La Asociación Provincial de Empresarios del Transporte de Málaga (Apetam) criticó ayer que las obras de remodelación del polígono industrial Villa Rosa conllevaron el corte de su principal vía, la Carretera de Guadalmar, durante un periodo de tres meses, «dificultando el acceso de autobuses y profesionales del transporte». Además, advirtió del riesgo de cierre de más de 30 empresas. Las obras en la zona, ya en marcha y con este tipo de «imprevistos» que «agravan las soluciones de circulación, han dificultado hasta el punto de hacerlos imposibles los accesos» de los autobuses, autocares y minibuses a las cocheras de las empresas de transporte que allí trabajan desde hace décadas», según explicó el presidente de Apetam, Juan Sierra. Se calculan que unos 200 autobuses maniobran diariamente por esas vías para salir y entrar de las cocheras de la zona.

Así, recordó que las obras, a las que los profesionales del sector mostraron su oposición, «continúan a ritmo lento y sin atender a los parámetros de urbanización y diseño» que se propusieron desde la citada asociación.

En este sentido, advirtió de que unas 30 empresas están afectadas y muchas ya se están planteando la salida del polígono o soluciones «más drásticas» como el cierre o los despidos, ante la imposibilidad de encontrar nuevas áreas para sus operaciones, por lo que hasta 400 puestos de trabajo podrían verse afectados.

El trazado de este polígono se realizó en el año 1997, pero no se ha desarrollado hasta ahora y la normativa para el desarrollo urbanístico de nuevas áreas ha cambiado mucho desde entonces. Y es que una de las principales vías de la zona se está acotando a un espacio de diez metros cuando la normativa actual pide que haya casi el doble.