­Del proyecto de una web para compartir apuntes a los pasillos de Silicon Valley. De los viejos bancos de El Ejido, repletos de arañazos de tinta, a compartir espacio, aunque sea por unos días, con los ejecutivos de Facebook o Linkedin. A Raquel Serrano Lledó pocos le podían pronosticar que su primera impresora en 3D, la misma que compró para editar su trabajo de fin de carrera, le serviría también, después de nuevas ideas y asesoramiento, para viajar al corazón tecnológico de América. La malagueña, Ingeniera de Diseño Industrial, ha sido seleccionada junto con su empresa, 3DMálaga, por el programa Yuzz del Banco Santander para conocer y recibir ayuda en el complejo estadounidense; un reconocimiento que le llega, además, en atención a los valores humanos de su proyecto, que plantea la impresión de nuevas férulas y escayolas para pacientes.

La emprendedora, que ya el año pasado se hizo con el primer premio del concurso Spin-Off de la UMA, formará parte de una expedición integrada por un total de 49 proyectos españoles, cinco de ellos procedentes de Andalucía. Después de haber despertado el interés de traumatólogos y de investigadores sanitarios, Serrano tendrá ahora la oportunidad de recibir de primera mano consejos útiles y formación de otra de las vertientes necesarias para una empresa: la internacionalización y la presentación de su proyecto como modelo de negocio.

La agenda prevista en Silicon Valley incluye visitas a empresas como Google o al Spain Tech Center, que se dedica a promover la implantación de pymes españolas en el entorno. A su regreso, la empresaria tendrá la posibilidad de optar a uno de los premios incluidos en el programa, que incluyen subvenciones que van desde los 10.000 a los 30.000 euros.

Colaboración sanitaria. La firma 3DMálaga, en proceso de crecimiento, se centra en la creación, mediante impresión 3D, de férulas y escayolas para pacientes. De momento, los resultados ofrecidos suponen una ventaja, puesto que dan lugar a piezas más ligeras e, incluso, sumergibles. Las líneas de investigación no se agotan en este punto y comportan también otros proyectos como la obtención mediante la misma tecnología de órganos y apéndices destinados a mejorar el estudio y las pruebas previas a las operaciones que realizan los médicos. También se está estudiando el uso de la impresión para conseguir piezas descatalogadas o fuera de circulación.

Raquel Serrano, cuya beca le permite estar ubicada en el edificio de El Rayo Verde, se inició en el mundo de la impresión tridimensional con su proyecto para concluir el grado, que consistió en la creación de una silla motora para discapacitados.