Los recortes han llevado este verano a la sanidad pública a una situación límite. Así lo evidencian casos como el publicado esta semana por La Opinión de Málaga, en el que una enfermera del Clínico presentó su renuncia tras sufrir una crisis de ansiedad al quedarse sola a cargo de una planta completa con 36 pacientes. Por no hablar de la dimisión del jefe del servicio de Urgencias de Carlos Haya, Pedro Rodríguez, que solicitó su relevo hace dos meses ante la falta de contrataciones para este área (sigue en su puesto, a la espera de que la gerencia del centro designe a un sustituto, según detallaron fuentes administrativas).

Profesionales y sindicatos reiteraron ayer sus denuncias ante la «desastrosa» situación que, a su juicio, atraviesan los hospitales y centros de salud de la provincia debido a los recortes, el cierre de camas y la escasez de contrataciones para cubrir las vacaciones veraniegas del personal por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Todos coinciden en señalar que, pese a que la coyuntura de la época de crisis ha sido siempre complicada, este año es «el más duro que se recuerda» y critican la «mala planificación» del SAS en una provincia como Málaga que, durante estos meses de estío, recibe además a una gran cantidad de turistas que también pueden demandar servicios sanitarios durante su estancia en la provincia.

El secretario de Organización de FSP de UGT, Juan Miguel Contioso, recordó que los problemas vienen acumulándose desde hace varios años con una constante merma de la plantilla, al no cubrirse muchas de las plazas de profesionales que se han ido jubilando, algo también achacable a las restricciones sobre tasa de reposición impuestas desde el Gobierno central. Contioso afirmó que desde 2012 se han perdido casi 1.200 puestos de plantilla estructural en el SAS y dijo que casi la mitad de este personal se viene cubriendo con el presupuesto destinado a contratos de sustituciones, lo que limita también mucho la capacidad para acometer refuerzos en fechas puntuales del año como los presentes meses de verano. El déficit de plantilla es así acuciante.

«La valoración de los ciudadanos sobre los profesionales sanitarios es buena, pero éstos no dan más de sí. Y la sensación es que no pueden aguantar más. El verano se presenta como una economía de guerra. La atención de Urgencias está garantizada pero, en cuestión de plazos de atención, todo se va a dilatar», apuntó.

Por parte del CSIF, su responsable de Sanidad, Antonio Osorio, calificó la situación de «auténtico desastre», y recordó que, según sus datos, el SAS cuenta ahora con algo más de 15.000 personas trabajando en Málaga, unas 2.000 menos que hace seis años.

«No se reemplazan jubilaciones, se amortizan plazas, no se sustituyen bajas y se contrata menos. Todo eso cuando las listas de espera siguen desbordadas, hay problemas de derivaciones a especialistas y se producen cierres masivos de camas hospitalarias en verano», resumió. Osorio también recordó que en verano la práctica totalidad de los centros de salud de la provincia cierra en horario de tarde. Para hoy, CSIF ha convocado una protesta a las 11.00 de la mañana en la puerta de las Urgencias de Carlos Haya por los recortes y los cierres de plantas y para pedir recursos suficientes que garanticen la calidad asistencial.

Sobrecarga de trabajo. Las críticas al SAS también llegan desde el sindicato de enfermería Satse, cuyo secretario provincial, Juan José Sánchez, tildó la situación de «muy preocupante» por la sobrecarga de trabajo que sufren los profesionales y las consecuencias en la calidad del servicio. Sánchez se refirió al caso de la enfermera del Clínico que presentó su renuncia al quedarse sola a cargo de una planta completa.

«No es un caso aislado. Se están produciendo hechos así con demasiada frecuencia, fundamentalmente en verano. Donde debería haber dos enfermeros y dos auxiliares, sólo hay uno de cada», dijo. El responsable de Satse dijo que actualmente, el Hospital Regional (Carlos Haya, Materno y Civil) tiene 52 puestos de enfermería sin cubrir, mientras que el Clínico tiene 51. «En el SAS nos tachan de alarmistas, pero es que la situación es alarmante. En realidad, llueve sobre mojado porque los recortes se agravaron a partir de 2013 y el déficit de plantilla es estructural», sostiene. Satse afirma que desde 2009 se han perdido en la provincia de Málaga casi mil puestos de enfermeros.

Desde el Colegio de Médicos de Málaga, la visión es también muy crítica con la administración sanitaria. «Este año la cosa está peor que otros veranos. El índice de sustituciones es más pequeño, aunque lo nieguen, y hay médicos de baja cuyos puestos no se cubren», aseguró el vocal de Atención Primaria del Colegio, Ángel García Arjona. El galeno explicó también que el SAS está realizando contrataciones veraniegas muy precarias, con el 50% de la jornada y periodos de un mes, lo que ha provocado que muchos profesionales hayan preferido prestar estos meses sus servicios en otras comunidades. «El SAS nos ha dicho que no encuentra médicos para el verano pero en realidad es que hay otros sitios que les ofrecen contratos mejores, para los tres meses y con más jornada», afirmó.

Por otro lado, cabe recordar que la dimisión del jefe de Urgencias de Carlos Haya, Pedro Rodríguez, se une a la presentada el pasado mes de junio por la subdirectora de Enfermería del Clínico, Conchi Cruzado, también por las restricciones de contratación para el verano. Aparte, hay dos subdirectores de Carlos Haya que han pedido ser relevados.

Y en medio de todo esta polémica, la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Ana Isabel González, visita hoy el hospital de la Axarquía, donde tiene previsto informar del Plan de Verano del SAS en Málaga.