De los edificios históricos contabilizados en el Núcleo Central de Bien de Interés Cultural (BIC) de Málaga, cifrados en 1.280 espacios, solo 29 cuentan con protección integral, un dos por ciento. Este nivel, según explican en las ordenanzas del Ayuntamiento, comprende los edificios que "deberán ser conservados íntegramente por su carácter singular y monumental, y por razones histórico-artísticas, preservando todas sus características arquitectónicas".

Esta es una de las cifras que contabiliza Anton Ozomek, defensor del Patrimonio Histórico de Málaga y autor del blog 'Edifeicios'Edifeicios. Él, tras un trabajo de recopilación de documentos, informes y análisis, ha logrado esbozar un censo de pérdida de edificios en el núcleo histórico de la ciudad.

En él recoge que la llamada almendra histórica cuenta con 1.280 edificios. De ellos, el 44,7 por ciento han sido demolidos o gravemente alterados hasta el presente año. En concreto, Ozomek divide esta cifra en dos periodos: de 1957 a 1999, lapso en el que se han modificado 355 espacios, y de 2000 a 2016, donde resuelve el dato con 218 pérdidas. En total, 573 edificios.

Del 55,2 por ciento restante --707 edificios--, según señala, el 20,9 por ciento carece de anotación individual en el Catálogo del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro de Málaga (Pepri-Centro). En este sentido, ha explicado que "a pesar de que se localizan en el BIC del centro malagueño, son considerados por las autoridades como elementos que no contienen ningún valor significativo, por lo que, de forma legal, pueden ser demolidos por completo sin ningún trámite especial más que la licencia de obras".

De la misma forma, el 32 por ciento de esos 1.280 edificios cuentan, para Ozomek, con "falsa protección". Con ello se refiere a los grados I o II. Este último otorga una protección "de elementos puntuales", aunque, en la mayoría de los casos, detalla, "otorga una protección no material" -- morfología del edificio: altura, tamaño del patio inferior--.

El grado I, hasta 2011, "ofrecía una protección máxima, pues solo permitía acciones de restauración, prohibiendo así la rehabilitación". Una revisión del PGOU en ese mismo año, indica Ozomek, con "una minúscula modificación", "abrió la puerta a la práctica de lo que se conoce como fachadismo, la demolición completa del edificio salvo los muros de la fachada".

"De los 573 edificios demolidos o alterados gravemente, 51 contaban con protección II, 35 con grado I y el resto carecía de protección individual, bien por ser destruidos antes de la existencia del Pepri-Centro o por hacerlo en contra de la legislación vigente aunque con el aval de la Gerencia de Urbanismo Municipal", ha detallado.

En último lugar, el análisis pone el foco en los "edificios históricos con Protección Teóricamente efectiva", es decir, los que cuentan con protección integral o BIC. Éstos, "en teoría, son construcciones intocables y solo su conservación está permitida". En esta categoría, contabiliza 29 espacios, el 2,3 por ciento del total.

A pesar de esta condición, Ozomek ha señalado el caso del Palacio de Solesio, "un edificio con protección integral, reconocido por la Guía Histórico Artística de Málaga como el mejor ejemplo de palacio dieciochesco de toda la ciudad", que "se demolió por completo, excepto la fachada".

"Dicha demolición se amparó en el presunto desplome de una crujía en el lateral del edificio", motivo por el que el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura, ha indicado, permitieron la demolición total, aunque "aún se desconoce el informe técnico que recoge catas en todo el edificio, demostrando que la estructura estaba por completo dañada".

Tomando éste como ejemplo, Ozomek ha afirmado a Europa Press que, en la capital, se han demolido muchos edificios que contaban con la protección máxima que el Consistorio puede otorgar, el grado I.

Así, ha explicado, a pesar de que las demoliciones en el centro histórico, como BIC, solo pueden ser excepcionales, "el Ayuntamiento de salta la legislación y concede licencias de demoliciones en base al peligro de derribo", ha criticado.

Por último, en las conclusiones de su estudio, 'Geografía del desastre: Expolio del BIC Conjunto Centro Histórico-Artístico', asegura que cuatro de cada diez edificios del Núcleo del Centro Histórico de la capital no son "auténticamente históricos".

En referencia a estos aspectos, desde la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) han asegurado que se "cumple exhaustivamente la normativa al respecto". "Hay que incidir en que los casos de demolición en el Pepri-Centro están amparados por una licencia en la que tiene que informar favorablemente la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía", ha argumentado a Europa Press.

Así, "únicamente", "como excepcional y siempre amparado en la normativa, en el caso de que hubiese un edificio declarado por los técnicos como ruina inminente, al suponer un peligro e inseguridad para la ciudadanía y siempre previo la autorización de la Junta de Andalucía", se establecería la demolición.

De la misma forma, desde la GMU han insistido en que, respecto a aquellos elementos de valor y que pueden ser recuperables, "se le obliga al propietario a retirarlos y ubicarlos en el nuevo edificio".

"La Gerencia Municipal de Urbanismo utiliza todos los mecanismos técnicos y jurídicos a su alcance y conforme a la normativa para fomentar y hacer cumplir el deber de conservación de los edificios por parte de sus propietarios, tanto del centro histórico como del resto de la ciudad", ha aseverado.

Según los datos que facilitan, desde 2008, han dado más de 1.000 órdenes de ejecución en materia de conservación en el centro histórico. Asimismo, desde esa misma fecha, han impulsado la Inspección Técnica de Edificios (ITE), con la que han logrado 1.300 informes más.