­Nuevo destino político para Celia Villalobos. Después de 13 años ininterrumpidos ocupando un cargo en la Mesa del Congreso, la diputada malagueña abandona la vicepresidencia que había conservado hasta la última legislatura. En las negociaciones que ha mantenido el PP con Ciudadanos para llegar a un entendimiento sobre la constitución de la Mesa, que finalmente estará presidida por la hasta ahora ministra de Fomento, Ana Pastor, Mariano Rajoy se ha visto forzado a prescindir de Villalobos como vicepresidenta de la Mesa para dar cumplimiento a las exigencias de regeneración política que planteaba el partido que preside Albert Rivera. Así lo confirmaron fuentes del partido naranja a este periódico, asegurando que la diputada malagueña, que lleva en el Congreso desde 1986, formaba parte de un elenco de nombres planteados por el PP, entre los que estaban también la secretaría general del partido, María Dolores de Cospedal, o el todavía ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Unos nombres que fueron rechazados de pleno por Rivera, lo que habría llevado a Rajoy a secundar el nombramiento de Pastor a cambio de obtener el apoyo de Ciudadanos para la presidencia del Congreso. A falta de saber si Rajoy logra finalmente obtener los apoyos necesarios para ser investido, el paso atrás impuesto de Villalobos, dejando uno de los cargos con más visibilidad dentro del Congreso, supone uno de los cambios de más peso de cara a la próxima legislatura. Aunque los populares se vieran obligados a sacrificar a una de las personas más cercanas a Rajoy como vicepresidente de la Mesa del Congreso, Villalobos no pasará a ser diputada rasa, ya que seguirá ocupando un cargo en la dirección del PP como portavoz adjunta. Ahora pasará a las órdenes de Rafael Hernando, que repite como portavoz de los populares en el Congreso.

En todo caso, este movimiento del PP se puede interpretar como un claro gesto orientado a seguir forjando acuerdos con la formación naranja que, hasta el momento, sigue insistiendo en que no profundizarán en una negociación para la investidura de Rajoy. Ciudadanos mantiene que se abstendrá en la sesión de investidura que podría tener lugar a principios de agosto, una vez que Rajoy obtenga el encargo del Rey para conformar un Gobierno.

Villalobos, por su parte, quiso transmitir ayer una imagen de normalidad y mostró templanza en los pasillos del Congreso de los Diputados. Preguntada por la determinación adoptada por su partido, aseguró que es una decisión que considera como «normal» e hizo referencia a su dilatada trayectoria en la Mesa del Congreso. «Nadie ha durado tanto y dar paso a otras compañeras que ya son miembros de la Mesa y que ya conocen el trabajo, me parece razonable», aseguró. Villalobos subrayó, además, que no se siente desplazada y manifestó que «siempre he estado donde se me ha pedido». Sobre su nuevo cargo como portavoz adjunta, explicó que está «encantada» y que es algo que vive con «absoluta normalidad y tranquilidad». Desde el PP de Málaga no han querido pronunciarse sobre la decisión de reemplazar a Villalobos como vicepresidenta de la Mesa, ciñéndose a que son determinaciones que se toman desde la dirección nacional del partido.

En la última legislatura fugaz, Villalobos todavía ocupaba su sillón en la mesa junto al último presidente de la Mesa, el socialista Patxi López. No dudó en criticar la labor de último presidente, cuando no le retiró la palabra al líder de Podemos, Pablo Iglesias, después de que éste hablara del «pasado manchado de cal» del PSOE. No fue el primer encontronazo y en ocasiones anteriores ya se había destacado por enfrentamientos con líderes de otros partidos, como tampoco rehuyó el enfrentamiento con los suyos.