Otra mujer ha sido detenida por su presunta implicación en la muerte del hombre cuyo cadáver fue hallado calcinado hace ocho días en el monte San Antón, según fuentes cercanas al caso. Con este arresto ya son cuatro (dos varones y dos mujeres) los practicados desde finales de la semana pasada, cuando la Policía Nacional capturó a dos adultos y a un menor; y ahora a una mujer. Los dos primeros ya han ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza, confirmaron fuentes judiciales antes de añadir que fue el titular del Juzgado de Instrucción 8 de Granada el que tomó la decisión antes de trasladar el caso al Juzgado de Instrucción 6 de Málaga que instruye la causa. No pudieron precisar, sin embargo, las medidas cautelares adoptadas sobre el menor que pasó el viernes a disposición de la Fiscalía de Menores.

Las primeras detenciones se produjeron apenas tres días después de que el cuerpo fuera hallado calcinado, maniatado y amordazado la mañana del 19 de julio en uno de los hoyos en los que el dueño de una finca quería plantar un olivo. Tras el hallazgo del cuerpo, que presentaba síntomas de haber sido quemado esa misma noche, otro vecino avistó un vehículo en el fondo de un terraplén cercano. El cadáver, el coche y todos los indicios hallados sobre el terreno pusieron muy pronto a los investigadores detrás de los sospechosos. A pesar del mal estado en el que se encontró el cuerpo, los agentes no tardaron en poner nombre y apellidos a la víctima, un varón con pequeños antecedentes que, como el vehículo, procedía de Granada. Con todos estos indicios, que hubiera detenidos era cuestión de horas.

Aunque la Policía Nacional no descarta el ajuste de cuentas por la forma en que se encontró el cadáver, el robo se sumó como móvil del crimen a medida que las pesquisas avanzaban, aunque para las conclusiones finales será necesario saber las causas del fallecimiento de la víctima, la fecha y el lugar. Lo que los agentes sí parecen tener claro es que se trata de un asesinato y que los que llevaron el cuerpo hasta la espalda de San Antón para quemarlo huyeron de una forma tan caótica que terminaron cayendo con el coche por un camino que terminaba en barranco. Y que tras intentar infructuosamente devolver el vehículo a la pista, huyeron a pie dejando un paraíso de pruebas.